Dos familias gitanas ganaron casi 800 millones en dos sorteos de la lotería

Dos familias gitanas, asentadas en el núcleo chabolista conocido como Los Focos, en el barrio de Vicálvaro, fueron agraciadas con unos 800 millones de pesetas en los sorteos de la Lotería Nacional celebrados a principios del presente mes. Dichas familias habían solicitado viviendas oficiales y su nueva situación económica ha originado una investigación del Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginada.La primera de las familias, a la que tocaron unos 500 millones de pesetas en la lotería extraordinaria celebrada a la semana siguiente de la del Niño, está formada por Casiano Silva Fernández -de unos 30 años de edad, padre de cuatro hijos-, Diego Silva Fernández, Carmen Vargas Fernández, Antonio Silva Fernández y la viuda de José Silva Fernández. La segunda familia gitana, a la que una semana antes, en la lotería del Niño le correspondieron casi 300 millones, entre número premiado y aproximaciones, está formada por José Pardo Bruno, Emiliano Vargas Suárez, Eloy Joaquín Pardo Jiménez, Manuel Pardo Bruno y su hijo, Manuel Pardo.

Tras conocer su fortuna, Casiano y sus familiares directos cogieron sus cosas y abandonaron la chabola y se trasladaron a su pueblo natal, Plasencia, en Cáceres. Los restantes integrantes del clan al que pertenece Casiano se han trasladado a otras chabolas. Sus vecinos aseguran que ignoran el nuevo domicilio de estas personas, pero parece que este grupo se ha asentado en la zona denominada Torregrosa, en el distrito de Mediodía.

Esperanza de reparto

La familia Prado Bruno siguen en la colonia chabolista de Vicálvaro, aunque no pudieron ser localizados. Los ocupantes del grupo de infraviviendas próximas no quieren hablar sobre el asunto. Se Emitan a decir que "Casiano y su gente se han marchado" y que esperan que "reparta algo de dinero entre su familia, que es muy numerosa".El clan de los Silva Fernández se dedicaba a la venta ambulante, mientras que los Prado Bruno tienen como ocupación la venta de bañeras y mobiliario doméstico. La mercancía se amontona en el suelo, a lo largo de la carretera de Ventas a Vicálvaro. Fuentes de la asociación de vecinos de Vicálvaro indicaron que muchas de las familias de la colonia tienen la venta de chatarra y de mobiliario como tapadera, aunque su principal fuente de ingresos es el tráfico de drogas.

El Consorcio para el Realojamiento de Población Marginada está estudiando las cuentas bancarias de las familias gitanas emparentadas con los agraciados en los sorteos, ya que se sabe que algo del premio ha sido repartido entre otras familias emparentadas con las citadas. La asociación de vecinos de Vicálvaro ya ha hecho saber, oficiosamente, al Consorcio, que las cuentas bancarias de aquéllos deben ser investigadas, para no dar una vivienda de promoción pública a familias que ya no se pueden considerar necesitadas