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GENTE

Ignacio Fuejo,

secretario general de Turismo, se quedó atónito el jueves en el parador nacional de Turismo de Segovia al comprobar cómo un rebaño de ovejas invadía el césped que rodea la piscina del recinto hotelero. Fuejo explicó a varios políticos locales y a un grupo de periodistas, a los que presentó el balance de la red de paradores durante el año 1987, que atornilla tanto a los directores de los paradores para que estos centros sean rentables, que se ven obligados a arrendar el césped para pastos.

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