La policía intentó ocultar a los refugiados
Los cinco exilíados iraníes y los tres turcos que España ha acogido a petición del Gobierno francés se encontraban ayer ocultos en un hotel de Madrid protegidos por la policía española. Uno de los muyahidin declaró a este periódico que el gesto de Francia de sacarles de su exilio en Gabón supone "una gran victoria para la resistencia iraní".
Los refugiados se mostraron preocupados por la reacción que podían tener los iraníes del régimen jomeinista "porque ellos son los vencidos" y rogaron encarecidamente que no se facilitara ningún dato sobre el lugar dónde se encuentran.
Estas ocho personas habían sido expulsadas por Francia -junto con otras siete también pertenecientes a la resistencia iraní contra el régimen de Jomeini- a Gabón dónde llevaban 38 días en huelga de hambre. Este acto de protesta fue secundado por grupos de muyahidin en otros países.
El pasado miércoles el responsable de la resistencia iraní, Melídi Abrichamtchi y el ministro francés delegado para la Seguridad, Robert Pandraud, firmaron un acuerdo aceptando acoger en su territorio a siete personas de las anteriormente expulsadas a Gabón.
"Estamos muy satisfechos por la acogida calurosa que nos han dispensado las autoridades españolas. Queremos agradecer el gesto que supone un triunfo para el derecho del hombre y para el derecho de asilo", afirmó el muyahidin.
La policía facilitará una documentación temporal para los iraníes y turcos que según manifestaron están seguros que serán trasladados de España en breve a otro país europeo.
El portavoz de los iraníes explicó que la rectificación de las autoridades francesas puede suponer que en el futuro acepten a más exiliados.
La operación de despiste que efectuó la policía española impidió que los simpatizantes muyahidin que habían acudido a recibirles al aeropuerto dieran la bienvenida a sus compatriotas.
Los opositores a Jomeini desconocían anoche cuánto tiempo iban a quedarse en España. Los ocho mantienen en España su condición de refugiados en Francia y según las autoridades españolas permanecerán en España el tiempo necesario hasta que se encuentre otro país para que residan.
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