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Tribuna:
Tribuna
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Radio Inter-Cualquiera da la hora

Radio Inter-Cualquiera da la hora. Son las seis en punto de la mañana. Está amaneciendo sobre un ángel enredado en los cables del teléfono. Se piensa sea el de la Anunciación a María. Han sido avisados los bomberos. Pero, mientras, se le ha venido encima un águila real que le está picoteando los ojos.Seis y un minuto de la mañana. Seguramente porque se está acercando la Navidad, todas las castañas han volado de sus erizos. Y todas las castañeras, desde las más jóvenes hasta las más ancianas, las recogen bajo la falda entre sus piernas, calentando y tostando allí su mercancía. No han encontrado mejor fuego.

Seis y dos minutos de la mañana. Para recordar los viejísimos tiempos, los poetas del 27, Dámaso Alonso y Rafael Alberti, se citan en la noche con el fin de recitar de memoria, a modo de desafío, la fábula gongorina de Polifemo y Galatea. Destacarán, de entre otros versos, aquél: "Erizo es el zurrón de la castaña".

Seis y tres minutos de la mañana. Alguien ha dicho en estos días: "Quisiera tropezarme con la cara de Dios sólo para pegarle dos buenas bofetadas". Pero hay otro que ha dicho también: "Pues a mí me gustaría verlo en la noche de fin de año para que comiese conmigo las uvas cuando suenen las 12 campanadas".

Seis y cuatro minutos de la mañana. Una joven delfina ha dado a luz un niño. Lo ha dejado dormido a orillas de una playa de Almería.

Seis y cinco minutos de la mañana. Se afirma que los tres Reyes Magos de Oriente harán escala en Cádiz antes de llegar al portal de Belén. La Diputación provincial les tiene preparada una gran fiesta.

Seis y seis minutos de la mañana. Se asegura que al rey Melchor no le gusta el vino y quisiera aprovechar la estancia gaditana para visitar, en Sevilla, la Giralda.

Seis y siete minutos de la mañana. Se dice que la hija del poeta granadino Luis García Montero, apenas de seis meses, se ha escapado a Sierra Nevada. Pero no hay nada que temer. "Irene, / para ti no vendrán nunca/ los fríos y las nieves". Eso es lo que rea].mente quiso decir Federico García Lorca.

Seis y ocho minutos de la mañana. Siempre habrá alguien que robe unas manzanas. Y la policía siempre le dará una paliza. Sucedió ayer, en Asturias.

Seis y nueve minutos de la mañana. Hoy no existirán las temperaturas. Será la primera vez que esto suceda. ¡Atención!

Seis y 10 minutos de la mañana. Se prepara un gran atentado en las puertas del cielo. San Pedro ha convocado a todos los ángeles y santos para advertírselo. El único que no ha acudido a la llamada ha sido el joven san Juan Bergman, por encontrarse haciéndose una paja en una nube perdida.

Seis y 11 minutos de la mañana. El escritor Alfonso Ussía, en el semanario Época, resume así un entusiasta y provocador comentario sobre la poesía de Rafael Alberti, al cumplir 85 años: "Andaluz, señorito, revolucionario, cantarín, comunista, altivo, payaso, emotivo, chirigotero, distante, marinero, soberbio, vanidoso, simple, tímido, inadecuado y tontorrón". Preguntado Rafael Alberti por si estaba de acuerdo con todas estas calificaciones de Ussía, literalmente ha contestado: "Sí, estoy de acuerdo con todas, menos con la última, pues en vez de tontorrón hubiera preferido simplemente: TONTO".

Seis y 12 minutos de la mañana. "No más gorriones, pues acaban con los árboles y las cosechas", dijeron los chinos. Y los mataron uno a uno, como sólo ellos pueden hacerlo. Poco tiempo después, comprobaron que sin ellos, sin su limpia de los parásitos, el campo era imposible. Y ahora compran gorriones en la República Argentina para reparar la gran equivocación. Para hacer desatinos, no hay como los gallegos y los chinos.

Seis y 13 minutos de la mañana. Villancico que se canta, creemos que en las provincias extremeñas: "San José es radical, / la Virgen es socialista / y el niño que va a nacer, del partido comunista". No sabemos si en este último partido se le negaría hoy el carné al celeste y después peligroso niño. Antes, desde luego, sí.

Seis y 14 minutos de la mañana. Está encima la luna nueva, que el cielo envenenado de Madrid no dejará ver, la luna que Juan Ramón Jiménez contemplaba en el Moguer de sus romances y baladas. "La luna grande de enero / es buena para vosotras, campanas...".

Seis y 15 minutos de la mañana. Le preguntamos a Rafael Alberti sobre Francisco Umbral. Nos dice que lo admira mucho, pero que no sabe por qué hubo antes algún momento en que apenas se saludaban. Desde aquí, hoy, quisiera decirle: Gracias, amigo Umbral, por tus últimas y penúltimas palabras sobre mí. Cuando yo regresé a España, después de 39 años de exilio, Dámaso Alonso, presidente entonces de la Real Academia de la lengua, me ofreció ocupar el último sillón vacante que quedaba. Yo, que dije que no, hoy, si pudiera, se lo ofrecería gustosísimamente a Umbral. Sería casi la única y reconfortante disonancia que habría en aquella docta e ilustre entidad. En el "Limpia, fija y da esplendor" que proclama su escudo se notarían los destellos que Francisco Umbral traería a aquel palacio de la calle de Felipe IV.

Seis y 16 minutos de la mañana. Se ha visto emerger del mar de Cádiz una sombra casi mareada, preguntando por el poeta y novelista Fernando Quiñones. Nos dijeron que hacía mucho tiempo que no sabían de él, que quizá estuviese dentro de una palmera golpeada por el Levante y a punto de volar, desgajada de su terreno. No nos han proporcionado más detalles. Luego se supo que se hallaba escondido en una torre terminando una nueva novela.

Aquí, Radio Inter-Cualquiera da la hora. Seis y 17 minutos de la mañana. No, señor, no me callo, tomo caca de gallo. Girasol, sol, sol, no hay aceite con más alcohol. Es un ombligo con cebolla, lo que mejor sienta a la polla. ¡Y adelante con los faroles para pescar los caracoles!

Seis y 18 minutos de la mañana. Se va a crear un premio de poesía para la poesía de la poesía del último premio de poesía.

Seis y 19 minutos de la mañana. Trescientos treinta y tres en los últimos días en las carreteras nacionales. Rafael Alberti fue candidato en una de ellas. Todavía luce aún una horrible muleta.

Seis y 20 minutos de la mañana. Se van a incorporar a la noche millones de estrellas que aún no han tenido la oportunidad luminosa de hacerlo.

Seis y 21 minutos de la mañana. Niño, Manolito, escucha las mañanas de la Inter. Disfruta de las bellas mañanas de la Inter.

Seis y 22 minutos de la mañana. Se sabe que hay poetas que no duermen, otros que duermen demasiado y otros muchos que existen aunque no debieran existir.

Seis y 23 minutos de la mañana. Recuerden esta famosa estrofa en la que se halla un expresivo y raro verbo casi desaparecido. "Habiendo contemplado una gran pieza, / atentamente aquel lugar sombrío, / somorgujo de nuevo la cabeza / y al fondo se dejó calar, del río". Nada menos que de Garcilaso.

Seis y 24 minutos de la mañana. "Arrojóme las naranjitas con el ramo del verde azahar arrojámelas y arrojéselas / y volviómelas a arrojar". Las mejores naranjas mandarinas valencianas las ofreció Lope de Vega a su ciega y bella amante, Marta de Nevares. Aún se pueden hoy comprar. No lo olviden.

Seis y 25 minutos de la mañana. Del coro al caño, del caño al coro... Su mejor chocolate: El que cagó el moro.

Seis y 26 minutos de la mañana. El mar ha desaparecido en Torremolinos y en Marbella. Han huido de allí todos los árabes, intentando refugiarse en la Alhambra. ¿Se trata de la reconquista? El Gobierno de España empieza a preocuparse.

Seis y 27 minutos de la mañana. ¡Oh, mar! O mar. Omar. No olvides estas tres Oes. El mejor café.

Seis y 28 minutos de la mañana. Pero si usted lo piensa bien, viejo amigo, en el mar de la madrugada sentiría que el mar entraría con su onda prodigiosa por todos los canales de sus venas, Regándole a sus ojos y volviéndoselos de un azul transparente; que de las puntas de sus dedos brotarían veloces pececillos que irían a dar de nuevo al mar; pero después del recorrido por todo su cuerpo, se sentiría ágil y levantado, con tan alto poder de inspiración como para alcanzar todas las estrellas.

Aquí, Radio Inter-Cualquiera da la hora. Son las seis y 29 minutos de la mañana...

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