Temas para un congreso

He leído con satisfacción en su periódico el artículo firmado por don Ignacio Sotelo bajo el título Dos temas claves para un congreso, con referencia al próximo 31º Congreso del PSOE, en donde analiza el creciente descenso de apoyo del partido socialista y del Gobierno a partir del programa electoral de 1982. Desde aquél, las tres grandes promesas incumplidas han sido: salida de la OTAN, lucha contra el paro y funcionamiento de las administraciones. A continuación hace el autor una reflexión acerca de los principales problemas de la familia socialista, centrándose en el actual enfrentamiento entre el Gobierno y UGT, desde un posicionamiento de aquél, que eleva a categoría absoluta e incuestionable unas tesis económicas difícilmente sociales, con grave perjuicio para los trabajadores y total afianzamiento de un empresariado egoísta e insolidario.Por último sintetiza dos temas que han de suscitarse, sustancialmente, en el próximo congreso: el sindical y la distribución democrática del poder, y por extensión la democracia interna del partido, sólo existente para cuestiones triviales.

Desde luego, coincido con el autor con el carácter cesarista del PSOE (o conmigo o contra mí). Ello lo demuestra no sólo las posturas intransigentes -desde el predominio de la razón absoluta-, como la falta de alternativa a su secretario general. También lo demuestra el aplastamiento a las disidencias, que ha obtenido por resultado el casi total enterramiento de Izquierda Socialista y la falta de pronunciamientos de quienes podrían contestar a las tesis oficiales, con suficiente entidad para ofrecer una oferta distinta dentro del partido.

Este congreso va a servir, lamentablemente, a lo contrario de lo que debiera ser. Va a ratificar preacuerdos, cenáculos y repartos de poder ya diseñados antes que discutir un proyecto político dentro del socialismo español. A este parto, con toda seguridad se adherirán los califas regionales, ávidos de conseguir apoyo del aparato y un buen trozo de tarta del poder que contrarreste su decreciente éxito electoral. Todo ello con el visto bueno del vicetodo.

En medio de todo esto, los socialistas de a pie, enmudecidos, amordazados y finalmente desanimados, no han sabido concentrar en tomo, a sí ni las ideas ni las personas capaces de decir y hacer algo distinto, algo socialista, tal vez porque quienes podrían hacerlo han preferido quedarse en casa-. Santa María de Nieva, Segovia.