El PSOE renovará la oferta de concertación social y propugnara una "nueva cultura de izquierdas"

JOAQUIN PRIETO, La dirección del PSOE pretende aprovechar el próximo congreso de su partido para recuperar la iniciativa política perdida durante los últimos meses, según se desprende de las informaciones facilitadas ayer por miembros de la comisión ejecutiva. Estos últimos prevén una nueva oferta de concertación social -especialmente dirigida al fomento del empleo juvenil-, mensajes a UGT sobre "lo equivocado" de su posición, discutir la dimensión y especialización del sector público de la economía y lanzar una ofensiva en favor de "una nueva cultura de izquierdas", ya que considera periclitadas las formulaciones clásicas del marxismo y del partido de clases y parcialmente inservibles los principios de la socialdemocracia.

La ejecutiva del PSOE -que ayer reunió en Toledo a un grupo de periodistas en torno a temas relacionados con el congreso- no teme tanto el desgaste electoral, como "las campañas de desprestigio" contra su partido. "Hace falta una ofensiva para desmontar las acusaciones de prepotencia, arrogancia y derechización, que podrían llegar a calar en la opinión pública", dijo José María Benegas, secretario de organización del PSOE.Tanto Benegas como los también dirigentes socialistas Francisco Fernández Marugán y José Luis Corcuera explicaron que la prioridad máxima consiste en fomentar el empleo juvenil e incorporar a más mujeres a la actividad laboral. Corcuera cifró en 500.000 los nuevos puestos de trabajo que deberían crearse para jóvenes que buscan su primer empleo, en régimen de contratos en prácticas y formación profesional, en la previsión de abarcar, al final, a los 1,2 millones de jóvenes parados.

"¿Qué es más de izquierdas?", se preguntó Corcuera. "¿Aumentar dos veces los salarios de los empleados, o tratar de dedicar recursos a un volumen importante de contratación?" Y añadió que la fórmula precisa recursos financieros, eliminación de obstáculos por parte de los sindicatos y la acogida de la CEOE.

A pesar del fracaso de la concertación social intentada en 1987, los dirigentes socialistas insistieron en plantear un modelo de crecimiento concertado con la organización patronal y con los sindicatos. En este punto, Corcuera -ex dirigente de UGT y actual miembro de la ejecutiva del PSOE- manifestó que no entendía las resistencias sindicales a la concertación. "Será difícil encontrar un país europeo donde existan tantas posibilidades de negociar las prioridades del gasto público entre Gobierno, partido y sindicatos como las que tenemos aquí", dijo textualmente.

"Estrategia extraña"

La ejecutiva del PSOE ha preparado una explicación de las gestiones realizadas en los cinco últimos meses para mediar en lo, conflictos entre el Gobierno, y la UGT, la mayor parte de ellas reservadas o secretas. Esta iniciativa obedece no sólo a la intención de defenderse de posibles críticas en el congreso, sino a difundir la idea de que una parte de los ugetistas se resisten a seguir a Nicolás Redondo y a la dirección confederal de UGT en la política de ruptura con el partido socialista.

El proceso de gestiones reservadas se ha acentuado en las últimas semanas, según informaron Fernández Marugan, Benegas y Corcuera, quienes han llevado la mayor parte de dichos contactos. Las gestiones han sido especialmente intensas con el sector del metal, asuntos de pensiones y enseñanza, visitas directas a la calle Ferraz -sede central del PSOE- de numerosos comités de empresa y llamadas telefónicas de dirigentes sindicales considerados muy radicales, como Justo Fernández, secretario general de UGT de banca, siempre según las fuentes antes citadas.

Todo ello configura un cuadro de actuaciones que pueden poner en evidencia ante el congreso del PSOE a quienes defiendan la actitud de Nicolás Redondo o critiquen a la dirección del partido por su pasividad en los conflictos entre el Gobierno y el sindicato, siempre según la versión de los mencionados dirigentes.

No obstante, la dirección del partido tiene especial interés en que el problema de las relaciones con el sindicato no se decida definitivamente en este congreso. "UGT mantiene una estrategia extraña, pero el partido no puede solucionar un problema que corresponde resolver a la propia UGT", aseveró Guillermo Galeote, secretario de imagen de la comisión ejecutiva.

Benegas afirmó que la dirección del partido ganará holgadamente el debate sobre UGT, si alguien lo plantea abiertamente, en evidente alusión a Ricardo García Damborenea -líder del socialismo vizcaíno- y a otros delegados.

Este planteamiento de la cuestión ugetista -discutir poco el asunto y ganar por amplia mayoría cualquier debate que se suscite al respecto- remite, definitivamente, el problema de las relaciones entre el partido y el sindicato a la anunciada conferencia sindical posterior al congreso.

Esta conferencia no tiene una fecha prevista, ni será convocada en períodos preelectorales (en mayo hay elecciones en Cataluña). Algunos dirigentes del PSOE afirman que esa conferencia se realizará sólo cuando existan garantías de éxito, lo cual anuncia un período intenso de contactos y sondeos entre la dirección del partido que salga del congreso y las organizaciones de UGT más o menos proclives al entendimiento.

Objetivos básicos

Mantener un nivel de crecimiento económico por encima de la media de los países comunitarios es uno de los objetivos principales fijados en la ponencia marco del 31º congreso del PSOE.

Otro debate propuesto por la dirección del PSOE para el próximo congreso consiste en desprenderse del "bagaje de oposición y reivindicación, fuertemente asociado al proletariado urbano", en expresión de Alejandro Cercas, secretario de participación en la actual ejecutiva socialista.

Cercas, quien hablé de "podar lo que está seco en el viejo árbol del socialismo español", consideró inaceptables las enmiendas propuestas a la ponencia marco por "compañeros que viven en la perplejidad y en la incertidumbre, y que prefieren un enroque a la defensiva, en lugar de afrontar la modernización", a los que consideró minoritarios, frente a una mayoría que apuesta por la renovación.