Un ex alumno siembra el pánico a tiros en un colegio inglés
El subdirector de Higham Ferrers, un colegio público de enseñanza media en North Hamptonshire (Inglaterra), fue herido el miércoles en la cara por los disparos realizados contra él por un ex alumno de 16 años armado con una escopeta. Dos colegiales resultaron heridos de menor consideración. El pánico se apoderó del colegio.Nigel de Grunchy, un portavoz sindical de los profesores británicos, cree que sólo es cuestión de tiempo el que algún profesor pierda la vida a manos de algún alumno, y el ministro de Educación, Kenneth Baker, dice estar horrorizado con lo ocurrido.
El último suceso de una serie que tiene preocupado al estamento docente británico se produjo el miércoles por la tarde cuando, a la hora de concluir las clases, un ex alumno de 16 años, que había sido expulsado del citado colegio, entró en la escuela y comenzó a disparar con una escopeta. La policía no ha facilitado su nombre.
Un estudiante señala que vio al joven armado por los pasillos y sonriendo. Después comenzó el tiroteo. "Apuntó contra la sala de profesores y disparó varias veces", dice otro chico. "Después se dirigió al laboratorio. Uno de los profesores de ciencias salió corriendo".
Los colegiales empezaron a huir despavoridos por las instalaciones del centro, que acoge a 800 alumnos y alumnas. Michael Cousins, de 38 años, subdirector y profesor de inglés, atravesaba el patio cuando se encontró con los disparos del agresor, que le alcanzaron en la cara.
Paul Greenall, de 32 años, profesor de gimnasia y antiguo jugador de rugby, comenzó a correr hacia el joven armado y le hizo un placaje que lo dejó inmovilizado. Collins estaba ayer en observación en el hospital, pendiente de una posible intervención quirúrgica. Dos alumnos heridos por cristales se encontraban en sus casas.
El colegio permaneció cerrado mientras la policía hacía pesquisas, y se esperaba la comparecencia del agresor, acusado de poseer un arma y munición con el propósito de poner en peligro vidas humanas, ante el juez.
Este incidente no es un hecho aislado y ha venido a arrojar luz sobre el problema de la creciente violencia en las aulas británicas, un conflicto hasta ahora poco conocido.
Nigel de Grunchy piensa que cada vez está más cerca de convertirse en realidad el augurio que realizó hace escasas semanas: "Temo que sólo es cuestión de tiempo el que un profesor sea asesinado en la escuela".
Un estudio estadístico recientemente realizado entre 1.600 profesores de una zona del noreste de Inglaterra puso en evidencia que el 90% de ellos había sido objeto de ataques verbales, que uno de cada seis había sido amenazado y que uno de cada 40 había sido agredido fisicamente.
