El retorno de las hadas
La magia, la fantasía y la aventura han invadido el mundo editorial
A lo largo de este año han hecho su aparición una serie de colecciones de cuentos maravillosos, guías que indican cómo tener acceso al País de Nunca Jamás, enciclopedias que se ocupan de universos imaginarios y manuscritos cuyos protagonistas son seres fabulosos, como el unicornio, destinados tanto a los adultos como a los más jóvenes. El fenómeno, que en este siglo tuvo sus mejores antecedentes en las figuras de Tolkien y de Michael Ende, parece haberse recrudecido en los últimos tiempos.
Los poetas, los sabios y los niños han sabido siempre que los cuentos son los dones que las hadas otorgaron a los humanos para que éstos no perdieran el enlace con el maravilloso mundo al que tuvieron acceso en un remoto tiempo, y que aún siguen añorando. Dimensión mágica a la que se refirió Solyenitsin en su discurso de agradecimiento por el Premio Nobel de Literatura: "Hay cosas que nos llevan más allá del mundo de las palabras; es como el espejito de los cuentos de hadas: se mira uno en él y lo que ve no es uno mismo. Por un instante vislumbramos lo inaccesible, por lo que clama el alma". Clamor que parece haber conmovido a estos seres que últimamente están volviendo a manifestarse con más fuerza que nunca.No sólo permitiendo que se hayan encontrado hace poco los grabados en madera de las ilustraciones originales de las dos Alicias de Lewis Carrol, la de El País de las Maravillas y la de Al otro lado del espejo, que permanecían olvidados en el sótano de un banco londinense. Ni influyendo para que Alianza reeditara este año los dos tomos de la antología de Cuentos de los Hermanos Grimm, La sombra y otros cuentos, de Andersen, con prólogo de Ana María-Matute; la antología de Las mil y una noches, las dos obras ya citadas de la Alicia de Carrol y Las aventuras de Pinocho, prologadas por Rafael Sánchez Ferlosio. Sino como buenas hacedoras -su nombre proviene de fatum, destino, y factus, hecho-, arreglándoselas para que aparezcan diversas obras que tratan de las características de su reino, de los seres que lo habitan y del modo de llegar hasta él.
La frontera de la fantasía
Probablemente una de las que mayor impacto ha causado sea la Enciclopedia de las cosas que nunca existieron, editada por Anaya, en la que un inglés y un australiano que llevan 15 años colaborando juntos -Michael Page como escritor y Robert Ingpen como dibujante- han emprendido la aventura de recopilar seres, lugares, objetos y países salidos de la imaginación de hombres y mujeres de cualquier época y condición y que, por tanto, viven en esa sutil frontera que separa la realidad de la fantasía. "Cosas", dicen los autores, que en este caso tienen el significado de "cualquier objeto posible del pensamiento", y que han sido agrupados en seis grandes apartados.
Cosas del cosmos, que conciernen a los dioses y genios del zodiaco; del suelo y del subsuelo, donde se cita a los traviesos gremlins que inspiraron a Spielberg su película: del País de las Maravillas, en el que se explica, por ejemplo, el verdadero paisaje del país de Liliput; pertenecientes a la magia, la ciencia y la invención, como la máquina del tiempo de H. G. Wells; que pueblan el agua, el cielo y el aire, elfos, sirenas..., y, por fin, cosas de la noche, criaturas de pesadilla que parecen escapadas de las obras de Lovecraft. El libro, tanto por su gran formato como por sus magníficos dibujos, que le han valido a Ingpen el Premio Internacional de Ilustración Hans Christian Andersen de 1986, se presta a ser leído en familia, en grupo -como tradicionalmente se contaban antes los cuentos- mientras se estudian los mapas que conducen a Camelot o a Utopía y se discute el aspecto de un determinado personaje.
La idea recuerda lo expresado por Jorge Luis Borges en El libro de los seres imaginarios. "Hemos compilado un manual de los extraños entes que ha engendrado a lo largo del tiempo y del espacio la fantasía de los hombres". Sólo que el manual de Borges es preferible leerlo en la intimidad, viajando al interior de uno mismo acompañado únicamente de las imágenes que aporta la propia imaginación. En ambos se menciona a las hadas, a los dragones, a los unicornios..., y en ambos, curiosamente, se omite a Melusina, fundadora de linajes y constructora de castillos; a la vez hada, mujer y serpiente alada. Tal vez porque Melusina, como todos los arquitepos, existe realmente "en ese punto del universo donde el verso y el reverso se confunden. Punto que es la sede de los inmortales", al que Pau Riba se refiere en Transnarcís.
Realizado por Edicions de l'Eixemple y traducido al caste-
El retorno de las hadas
llano por Luis Carandell, Transnarcís es un libro muy peculiar que contiene perfumes, discos y un elixir de larga vida, en el que se narra la transformación sufrida por el protagonista al aventurarse por el reino de las flores en busca de su verdadera esencia, mientras descubre que "la aventura interior, como la exterior, resulta muy a menudo llena de trampas y contratiempos..., lo que hace pensar si no serán la misma". Lo que igualmente se desprende de lo que les sucede a los personajes de otros cuentos, quienes van cambiando interiormente a medida que superan las pruebas del mundo que les rodea, con el resultado de que también cambia éste.El mejor ejemplo de la transmutación de los dos espacios, interior y exterior, que a la postre vienen a ser lo mismo, lo constituye la historia de La bella y la bestia, de Mademoiselle de la Prince de Beaumont, incluida por Olañeta en la Agenda de escritorio para 1987, cuyo lema es El mundo de los cuentos. Entre los magnificos textos e ilustraciones del libro-agenda destacan las miniaturas persas, varios dibujos de Arthur Rackman, Rafael Penagos, Alan Tabor, Edward Lear, Howard Pyle, Walter Crane... y las portadas y contraportadas de los antiguos y populares Cuentos de Calleja.
No es la primera vez que Olañeta se adentra por los mundos feéricos. Incluso ha lanzado una Biblioteca de Cuentos Maravillosos en la que se autodenomina editor de cuentos, lo que presupone toda una aventura. En ella acaba de publicar dos títulos: El libro mágico de Edmund Dulac, uno de los mejores dibujantes contemporneos capaz de convertir en imágenes aquello que recrea la imaginación, cuyo estilo se inspiró en el arte persa y en las ilustraciones del siglo XV. Se trata de una serie de relatos -rusos, irlandeses, belgas, flamencos...- de hadas, iluminados por el pincel de este artista nacido en Francia que terminó adoptando la nacionalidad británica.
Y Cuentos de hadas griegos, de Charles Kingsley, prestigioso escritor de la Inglaterra victoriana, que aquí se ocupa de tres mitos griegos, rodeándolos de la tradicional atmósfera del universo de las hadas: las hazañas de Teseo, sobre todo su lucha contra el Minotauro; las proezas de Perseo y cómo logró vencer a la Gorgona, y la historia del puñado de héroes que construyeron el Argos y partieron hacia la Cólquida tras el vellocino de oro. Cuentos populares tibetanos, Cuentos de los Vikingos, Cuentos de encantamiento, de Fernán Caballero; El ruiseñor y la rosa, uno de los más bellos relatos debidos a la pluma de Óscar Wilde, y El gato con botas y otros cuentos de hadas, de Perrault, son otros significativos títulos de la Biblioteca... En cada uno de ellos, como es habitual en esta editorial, se ha cuidado hasta el más mínimo detalle.
En la misma colección ha salido este año, con diferente portada, la Guía de campo de las hadas y demás elfos, publicada anteriormente en el Archivo de Tradiciones Populares. Comprende un profundo estudio, llevado a cabo por la doctora Nancy Arrowsmith, sobre los elfos, gnomos, hebgoblins, damas blancas y el resto de esa fauna psíquica que habita Europa y cuyo rastro persiste en las tradiciones, las sagas, la mitología y todo aquello que aún conserva la huella de los dioses perdidos, como los ha llamado Yeats quien con su poesía ha disipado la niebla de ese mundo crepuscular que comprende Irlanda, Escocia y el condado de Cornualles; último reducto de las banshees, los shide y demás descendientes de los Tuatha de Danann.
El eterno femenino
Ese mundo celta por el que deambula Merlín el Encantador, la maga Morgana, el rey Arturo y todos los caballeros que parten a la conquista del Santo Grial, soñando con hallar a su dama -encuentro con el ánima, el eterno femenino o el hada con mayúscula, como se prefiera- es uno de los protagonistas habituales de los cuidadísimos libros de la Selección de Lecturas Medievales de la Editorial. Siruela. Erec y Enid, de Chretien de Troyes, y Nueve lais bretones y la sombra, de Jean Renart, son dos de los últimos aparecidos. También son recientes El viaje de San Brandán, El paraíso de la reina Sibila, descendiente para algunos autores de la misma Morgana, y El bello desconocido, de Renaut de Beaujeu, traducido y presentado por Victoria Cirlot, en el que, para que nada falte, hay una señora del lugar y una ciudad convertida en serpiente que solamente puede ser liberada con un beso.El Ojosin Párpado -emblema de Sauron, el maléfico poder oscuro, de El señor de los anillos tolkieniano- es el nombre de la nueva colección de relatos fantásticos sacada por Siruela, que este año ha vuelto a reeditar (añadiéndole notas e ilustraciones) la Melusina, de Jean d'Arras, en cuya portada se ve el castillo de los Lusignan tal y cómo ha sido representado en el códice Las muy ricas horas del duque de Berry.
"Para mí el mito de Melusina tiene mucho que ver con lo femenino y con la vida. Se trata de algo sumamente atractivo que cambia de forma cuando menos se espera, como el agua, que adopta la del recipiente que la contiene; tal vez por eso es femenina e inasible... Figura con tal poder de fascinación que puede llevarte a cometer toda clase de locuras. Habría que remontarse al origen del mito y recordar que Melusina es una serpiente, y que las serpientes encierran un simbolismo dual: son tanto el veneno como la medicina. Habría que referirse a Hermes y el Caduceo, y sobre todo pensar que siempre son las guardianas de los tesoros y que en el fondo el tesoro eres tú mismo". Son las palabras de Julio Peradejordi, director de Ediciones Obelisco, sobre el significado de la leyenda del hada arquitecto.
Precisamente Obelisco ha publicado una de las más bellas creaciones de Güethe, La nueva Melusina, en torno a la historia del hada que por amor se transforma en mujer, hasta que al ser traicionada debe adoptar la forma de una serpiente. El relato inspiró también al barón de la Motre-Fotiqué -su famosa Ondina ha aparecido asimismo en esta editorial-, a Andersen, a Giraudoux, a Jacob Wassermann, y ante todo a Paracelso.
Con diferente portada Obelisco ha sacado nuevamente esta temporada El libro de las ninfas, los silfos, los pigmeos, las salamandras y los demás espíritus, que puede decirse es el primer tratado de ciencias naturales que se ocupó de estos temas.
Babelia
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