Exposición con cinco proyectos plásticos creados sobre la naturaleza

La creación directa sobre el medio ambiente ha sido uno de los campos de experimentación más apetecidos por los jóvenes artistas. Cinco grupos de trabajo -integrados por 36 artistas- han realizado otros tantos proyectos que estos días, y hasta el 16 de enero, se pueden contemplar en la sala Amadís de Madrid en una exposición montada a base de fotografías, dibujos y bocetos.

La realización de estos proyectos se produjo el pasado mes de julio en Gijón (Asturias), por iniciativa del Instituto de la Juventud del Ministerio de Cultura. Los cinco proyectos recogidos en esta exposición son Un mirador para Gijón, coordinado por Darío Corbeira; V-488-V, coordinado por Juan Durán; 14 quilates, por Concha Jerez; Gabarra y Nasas, coordinados ambos por Pepe Noguera.Los cinco proyectos tienen en común que todos ellos han sido levantados sobre escenarios naturales. Sus creadores han elegido un espacio y sobre él han jugado con las posibilidades artísticas que la naturaleza les sugería. En algún caso ha sido la ruina natural el motivo de inspiración. En otros, los jóvenes creadores han optado por llevar nuevas tecnologías, como la luz del láser, sobre la arena y el agua.

El proyecto titulado 14 quilates ha sido coordinado por Concha Jerez, canaria de 46 años, y en él han intervenido siete artistas. El lugar elegido para desarrollar su trabajo fue el ocupado por los astilleros Riera, unas ruinas abandonadas hace años. El grupo eligió trabajar bajo la filosofía del lujo dieciochesco con tres colores: oro, blanco y azul.

La primera intervención de este grupo consistió en pintar de oro uno de los balcones de la fachada principal. Después hicieron sonar música de cámara del XVII, rodearon y pintaron de oro el marco y la reja de una ventana, dieron ese mismo color a una escalera exterior de hierro, pusieron un museo de la ruina en la planta baja de un edificio y recubrieron el tejado de una nave con grandes losetas de escayola y, entre otras cosas, colocaror sobre los escombros una urna de cristal cerrada que dejaba ver la, cañerías de vapor natural de agua que se producía en su interior.

El grupo de 11 artistas, coordinado por Pere Noguera, trabajó en dos proyectos: Gabarra y Nasas, localizados en la dársena del Fomento de Gijón. Para e primer tema el equipo eligió un gabarra encallada en la arena cuya visibilidad depende de la situación de la marea. El grupo decidió señalizar la gabarra marcando su emplazamiento mediante unos tubos verticales unidos a la baranda de la carcasa y en cuyas puntas se instalaron luces. Para realizar Nasas instalaron una especie de casco gigantesco que sirve de acceso al mar. Un mirador para Gijón fue realizado por el equipo de siete personas coordinado por Darío Corbeira. El lugar elegido fue el parque de los Pericones. Allí decidieron montar un mirador de hierro desde el que poder contemplar la parte suburbial de la ciudad.

Los 11 artistas coordinados por Joan Durán escogieron trabajar en la bahía de San Lorenzo llevando la luz del láser sobre el agua y la arena hasta hacer que el rayo desapareciera en una gran fogata.