Farmacéutico-bioquímico

En primer lugar, quiero felicitar a Federico Mayor Zaragoza por el nombramiento como director general de la UNESCO, donde estoy seguro va a desarrollar una destacada labor. Creo que este organismo necesita de la aportación que Mayor Zaragoza puede darle a fin de que resurja de nuevo y salga de su crisis.Sólo encuentro un defecto en toda su actuación pública, que he seguido por otra parte con sumo interés. Jamás ha dicho en ninguna declaración, ni escrita ni oral que además de ser especialista en Bioquímica es también farmacéutico. En cierta manera, estoy de acuerdo en que cuando uno ha alcanzado un grado de especialización científica como el que tiene Mayor en el campo de la Bioquímica, la extracción universitaria tiene menor importancia. Pero aunque uno sea especialista en un campo determinado de la profesión, no debe olvidarse del colectivo de su origen.

Los farmacéuticos estamos luchando para que se nos den las mismas oportunidades que a los demás profesionales para acceder a las especialidades de Bioquímica clínica, Análisis clínicos, Microbiología clínica, Farmacia hospitalaria. Pero a excepción de la última en las otras tres nuestras posibilidades se ven cada año más reducidas.

La primera vez en que se convocaron plazas de residentes en los hospitales accesibles para farmacéuticos, éstos acudieron en competencia con los aspirantes médicos, se realizaron las pruebas, y resultó que la mayoría de plazas en Bioquímica, Análisis clínicos y Microbiología fueron conseguidas por farmacéuticos. En vista de ello, al año siguiente se decidió que sólo el 50% de plazas disponibles serían para farmacéuticos y el resto debían ser para médicos. En años sucesivos, el número de plazas disponibles para farmacéuticos en aquellas tres especialidades se ha ido reduciendo progresivamente de tal forma que este año el número de cada una de ellas es ridículo. El motivo es que en muchos laboratorios de hospitales dirigidos por especialistas médicos se niegan a impartir docencia a los farmacéuticos y, además, las influencias dentro de los ministerios de Sanidad y Educación de los médicos son suficientemente fuertes para lograr esta injusticia.

Quizás en las condiciones actuales habría sido difícil incluso para un hombre de la valía de Mayor Zaragoza tener acceso a la especialidad de Bioquímica clínica.

Sé que no está en su mano el resolver estos problemas que tenemos los farmacéuticos pero es evidente que si el profesor Federico Mayor dijera públicamente que él es un farmacéutico-bioquímico o un bioquímíco-farmacéutico, ello sería una buena ayuda y apoyo moral para aquellos farmacéuticos que seguimos luchando por nuestros derechos profesionales y ciudadanos.-

Director del Servicio de Farmacia. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, Hospital Universitario de la facultad de Medicina de la UAB.