91 aclamaciones
, Los aplausos y los vítores de las más de 6.000 personas (la mitad de ellas delegados) interrumpieron por 91 veces el discurso de más de cuatro horas de duración de Nicolae Ceaucescu, "orgullo de Rumanía", según corearon los presentes. Cada interrupción duraba más de un minuto.
Ceaucescu, a sus 69 años de edad, aparecía evidentemente más viejo que el retrato quie presidía la conferencia del partido en la llamada Sala del Palacio, en Bucarest. A veces el dirigente parecía perder el aliento. Pero pronto se recuperaba. El largo discurso fue interrumpido a la mitad para una larga pausa. Pero incluso durante esta pausa no dejaron fumar en el edificio, en el que, según explicaron funcionarios rumanos, no se había puesto el aire acondicionado porque el máximo dirigente está operado de garganta.
Helena Petrusca, esposa del dirigente, miembro del comité ejecutivo político del Comité Central y primera vicepirimera ministra, tenía su asiento a la vera de su marido en la mesa presidencial. Pero, como para marcar las diferencias, su silla estaba manifestamente separada de aquellas en las que se sentaban diversas personalidades.
Detrás de ellos, y frente a los millares de delegados, había tres filas para otras personalidades, entre ellas Nicu Ceaucescu, de 37 años, hijo del presidente y en la actualidad primer secretario del partido en la región de Sibiu, un puesto más importante que el de primer secretario de las Juventudes Socialistas, que dejó en octubre pasado. El hijo del máximo dirigente, a menudo distraído, pero sin duda el hombre más elegantemente vestido de la sala, no seguía con fervor las palmas de tango de los asistentes.
Tampoco las seguía Paul Nicolesai-Mizil, del que ahora se dice que es un hombre en reserva, tras haber perdido protagonismo desde los tiempos en que dirigía la política exterior de Rumanía.
Emil Bobu, uno de los veteranos, comunicó a la audiencia que las sesiones, ya no públicas, se reanudarían a las cuatro de la tarde. Ceaucescu se dio la vuelta y, dijo: "No, a las cuatro y media". De nuevo le aplaudieron.
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