Ceausescu se mantiene firme en el inmovilismo
"Si tuviéramos que volver a empezar desde el noveno congreso, adoptaríamos la misma política en el plano interno ... y en el externo", afirmó ayer en Bucarest el presidente rumano, Nicolae Ceaucescu, al inaugurar la conferencia del partido comunista de su país. Ceaucescu no habló de reformas, sino de reajustes necesarios, pues reconoció que en los dos últimos años se han producido graves deficiencias en el cumplimiento del plan quinquenal. Rechazó el "llamado socialismo de mercado", y sólo habló de la URSS 3, de Mijail Gorbachov por su nombre en el contexto del desarme."Hay que reconocer francamente que la realización obtenida en los dos primeros años del actual quinquenio (1986-1990) no son conformes a las previsiones del plan ni a las posibilidades reales de 11 economía rumana", afirmó el dirigente, que llegó en 1965, con el citado noveno congreso, a la cúpula de su país. Ceaucescu anunció que hay que tomar medidas "enérgicas para liquidar con urgencia estos fenómenos negativos en todos los sectores de la actividad de modo a asegurar un ejecución integral del plan para 1988 y para todo el quinquenio".
El dirigente habló también de qw en los últimos meses se habían producido "algunas violaciones graves de las normas de trabajo del partido y de las leyes del país". Algunos observadores vieron en estas palabras una posible referencia a los recientes acontecimientos en la ciudad de Brasov, que aparentemente se produjeron al cambiar la dirección de la fábrica Estrella Roja - hoy cesada- el plan previsto.
Hay que "liquidar definitivamente" algunas actitudes de "autosatisfacción y de tolerancia", sefialó Ceaucescu. "Hay que pedir cuentas a todos los que desobedezcan los estatutos del partido, las normas y el espíritu de trabajo del partido y las leyes del país", añadió.
Medidas 'científicas'
Aunque vanaglorió los logros del régimen comunista en Rumanía, especialmente desde 1965, Nicolae Ceaucescu hizo públicas algunas quejas respecto a los últimos dos años: "Carencias graves y retrasos" en el comercio extericr y las exportaciones, "graves retrasos" en las inversiones en la industria y en la agricultura, incumplimiento de los objetivos del plan en ambos sectores, aumento del consumo de materias primas y materiales cuando lo que se pretendía era lo contrario, "carencias muy graves" en el desarrollo de actividades e instalaciones proyectadas, e incluso "retraso en el nivel ideológico". Contra todo ello se tomarán medi las científicas que la conferencia comenzó a debatir ayer y que podrán ser hechas públicas en su clausura, mañana.
Pero, como para calmar los espíritus, Ceaucescu anunció ayer la subida, a partir de mediados de 1988 y en 1989, de la retribución de los trabajadores en un 10%, una mejora de las pensiones menos elevadas y un aumento de las prestaciones sociales para los niños.
No habló de reformas, ni de perestroika. Reafirmó el papel del partido y del Estado en la vida del país y rechazó la economía de mercado. "Es dificil asegurar el progreso a través del llamado socialismo de mercado", aseguró el dirigente rumano. En toda esta discusión no citó a la URSS por su nombre, sino sólo a la Revolución de Octubre. Sí mencionó, sin embargo, a China. Ceaucescu, que en todo momento insistió en el concepto de la independencia nacional, afirmó que "no existe ni puede existir un modelo único de construcción socialista". Y si habló de la necesidad de que los partidos comunistas de todo el mundo volvieran a estar juntos, insistió en "excluir cualquier injerencia de un partido en los asuntos de otro partido".
La referencia a Mijail. Gorbachov llegó sólo al hablar del desarme. Expresó sus "sinceras felicitaciones" a Gorbachov y al presidente norteamericano, Ronald Reagan, por el acuerdo, "de importancia histórica", que han suscrito sobre la eliminación de los misiles de alcance intermedio. Para Ceaucescu, este acuerdo es el resultado del pensamiento realista, según el cual "en guerra nuclear no puede haber vencedores, sino sólo vencidos". Pidió que avanzaran hacia una reducción del 50%. de los arsenales nucleares estratégicos, e insistió en la necesidad de suprimir todas las armas nucleares, para lo cual los países europeos tienen un especial papel que cumplir.
Desarme total
Para Ceaucescu, hay que ir al desarme nuclear total, y le resultan "incomprensibles las declaraciones de ciertos políticos en ciertos Estados", dijo sin mencionar a Francia ni al Reino Unido, "que dicen que continuarán perfeccionando y produciendo armas nucleares". Ceaucescu mencionó también que propondrá una reunión de partidos comunistas, socialistas, socialdemócratas y otras fuerzas políticas de Europa para crear un frente antinuclear y abordar los problemas de desarme del continente. Propuso una reducción inmediata de las armas convencionales en Europa de un 20% y de un 50% para el año 2000, entre otras medidas. Ceaucescu habló de una "Europa unificada de todos los Estados sin distinción de su régimen social", y recordó que Rumanía ha reducido en un 5% desde 1985 sus gastos militares. No hubo ni una palabra sobre por qué no acudió el. pasado viernes a la cumbre del Pacto de Varsovia en Berlín Este.
Ceaucescu propuso también. que el Banco Mundial y los organismos internacionales de préstamos reclujeran a un 4% sus intereses, y que los países que nutren de capital estos fondos renunciaran también a parte de los intereses que cobran.
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