Los bidones tóxicos del 'Cason' salieron con dirección a Holanda

El buque Galerno, que transporta los 255 bidones tóxicos y altamente peligrosos rescatados del barco Cason, salió con dirección a Holanda tras ser embarcados en la tarde de ayer en el puerto lucense de Morás. Mientras tanto, los trabajadores del complejo industrial de Alúmina-Aluminio de San Ciprián, el más importante de España de este sector productivo, situado al norte de la provincia de Lugo, no habían decidido anoche regresar a sus puestos, que habían abandonado en protesta por este embarque. La empresa se encontraba "en situación crítica y al borde del caos", según manifestó un portavoz de la misma. El último de los bidones que han provocado la protesta fue embarcado a las 21.30 por estibadores especializados trasladados desde La Coruña.

Los directivos de la fábrica están manteniendo la producción de la factoría ya que los costes de la paralización del proceso de la aluminio supondrían 22.000 millones de pesetas y un retraso de seis meses en el reinicio de los trabajos en caso de que no se decidiera el cierre total. Estos han obtenido, tal y como exigieron los trabajadores para volver a sus puestos, un certificado de Protección Civil explicando que el embarque se realizó sin incidentes y que no se ha producido ningún derrame.Sin embargo, los trabajadores, reunidos a última hora de ayer en asamblea debatían su postura, informa Andrés Manzano.

A media tarde de ayer, la dirección de la empresa difundió un comunicado en el que aseguraba que "nos encontrarnos ya en situación crítica. Se hace imprescindible, para evitar la catástrofe, acometer una serie de trabajos importantes y urgentes y para ello es necesario un gran sentido de la responsabilidad y un fuerte deseo de salvar todos y cada uno los puestos de trabajo"

A esa hora el mercante, que aguardaba desde el sábado en las inmediaciones de la factoría, había atracado al puerto de Morás a donde fueron trasladados los bidones para su carga y posterior traslado a Holanda.

A lo largo de casi todo el día de ayer no fue posible hallar una solución para llevar fuera de la provincia de Lugo los 255 bidones que, conteniendo productos tóxicos y altamente contaminantes, fueron recuperados del mercante Cason, por lo que permanecieron en los camiones que los trasladaron desde Cée, en las inmediaciones del complejo industrial Alúmina-Aluminio hasta última hora de la tarde, en que fueron llevados al muelle de Morás.

Los camiones permanecieron desde la madrugada del sábado en las inmediaciones de la playa de Lago, a la espera de que se llegase a un acuerdo para ser embarcados en el mercante Galerno, que permaneció también fondeado en la ría, aguardando la orden de atraque.

Una gran parte de la costa lucense, especialmente los municipios de Xove y Cervo, se mantuvieron paralizados durante toda la jornada, secundando un cierre generalizado al tiempo que se prodigaron los cortes de tráfico en las carreteras de acceso a la zona por las barricadas colocadas por los vecinos.

El gobernador civil de La Coruña, Andrés Moreno Aguilar, manifestó ayer después de que el Galerno abandonara puerto, que se sentía muy satisfecho por la manera en la que se había desarrollado toda la operación.

Por otra parte, la Xunta de Galicia, solicitará indemnizaciones al Estado y a la CE para paliar las pérdidas ocasionadas a la flota pesquera por el accidente del Cason. La Xunta decidió ayer así mismo mantener 48 horas más la suspensión cautelar de las actividades pesquera y marisquera en el área delimitada entre el cabo Finisterre y Cabo Vilán mientras continúan los análisis de las aguas marinas.