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CITA EN WASHINGTON

El movimiento pacifista, ausente en la fiesta del desarme

El movimiento pacifista internacional, que llegó a movilizar a millones de personas en Europa occidental y EE UU en favor del desarme, es el gran ausente en la celebración del primer acuerdo de reducción armamentista de la historia. Durante los años de gran tensión entre los bloques, a comienzos de esta década, el movimiento adquirió un gran protagonismo y fuerza en Occidente. Hizo tambalearse Gobiernos, convocó en algunos países las mayores manifestaciones de la posguerra y, según algunas interpretaciones, envió al retiro político al responsable de la doble decisión de la OTAN, que preveía el despliegue de los euromisiles, el canciller alemán occidental Helmut Schmidt.

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Ahora, cuando las superpotencias han acordado deshacerse de toda una gama de misiles nucleares, el movimiento pacifista parece haber desaparecido. Su desmovilización es un hecho, sus razcnes parecen varias. Por un lacio, el viraje en la política del presidente norteamericano, Ronald Reagan, hacia la URSS ha sido tan rotundo, que el movimiento pacifista se quedó sin bestia parda a la que achacar la responsabilidad de la escalada armamentista.Los encuentros entre Reagan y el máximo dirigente soviético, NItijail Gorbachov, hicieron renianciar al presidente norteamericano a tratar a la URSS como "el imperio del mal". Los sectores ciudadanos integrados en su día en el movimiento pacifista, en les cuales Gorbachov goza de gran prestigio, renunciaron asimismo a ver a Reagan como el "emperador del mal".

La popularidad y credibilidad de Gorbachov en la RFA hizo que muchos pacifistas delegaran en él la defensa del desarme y la distensión. Las imágenes de Reagan, viejo y ausente, junto a un Gorbachov dinámico en las cumbres de Ginebra y Reikiavik indujeron a pensar que estaba bien defendida la causa.

A la vista de la reanudación de las negociaciones de Ginebra, el temor habido, sobre todo en la República Federal de Alemania, donde el pacifismo adquirió su máxima fuerza, de que el mundo estaba abocado a una nueva fase de la guerra fría demostró ser infundado.

Tampoco la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI), causa del fracaso de la cumbre de Reikiavik, logró movilizar de nuevo al movimiento pacifista.

Por otra parte, la crisis de los verdes en la RFA, paralizados por conflictos internos, evitó que esta formación, producto del movimiento pacifista, se convirtiera en su motor. Cuando más fuerte era el debate en la RFA sobre la inclusión de los misiles Pershing 1 A alemanes en el acuerdo entre las superpotencias, los verdes combatían entre sí.

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