Zamora: "La política de Reagan, principal obstáculo para la paz en el Salvador"
La política de la Administración de Ronald Reagan para Centroamérica, la violencia antidemocrática de la oligarquía agraria tradicional, la cúpula militar y la dirección actual del gobernante Partido Demócrata Cristiano son, en este orden, los principales obstáculos para la paz en El Salvador, según el líder del Movimiento Popular Social Cristiano (MPSC), Rubén Zamora. Este político histórico de la izquierda salvadoreña que regresó hace dos semanas a su país tras siete años de exilio, se muestra, sin embargo, optimista sobre el futuro de su país. "El año 1988 verá una gran ofensiva de las fuerzas populares en El Salvador", asegura.
En una breve visita efectuada ayer a Madrid -inicio de una gira europea que lo llevará además al Reino Unido, República Federal de Alemania, Francia y Suecia-, Zamora reiteró que el MPSC sigue dispuesto al diálogo político inmediato con el presidente José Napoleón Duarte para lograr la pacificación del país. La organización que dirige, aliada de la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), acaba de constituir una coalición política, Convergencia Democrática (CD), que permitirá por primera vez en más de dos décadas la participación política de la izquierda en el marco institucional salvadoreño."El regreso de Guillermo Ungo [líder del Movimiento Nacional Revolucionario (MNR), que integra la CD junto al MPSC y el Partido Social Demócrata (PSD)] y yo a nuestro país y la constitución de la CD representan por sí solos un gran triunfo del movimiento popular. La tarea actual es fortalecer esta organización y desarrollar una intensa ofensiva política el año próximo que obligue al Gobierno a dialogar sin establecer como precondición que rompamos nuestra alianza con la guerrilla", dijo Zamora.
Derrotar al miedo
En El Salvador habrá elecciones legislativas y municipales dentro de tres meses, y presidenciales en junio de 1989, pero Zamora dice que la principal lucha de la recién formada Convergencia Democrática (CD) no será electoral. "Pese a nuestro regreso, creemos que no hay aún condiciones para que la izquierda participe en un proceso electoral como fuerza organizada. Primero, tenemos que derrotar al miedo que se extiende en el pueblo tras tantos años de represión y fortalecer nuestras estructuras para concurrir a unas futuras elecciones con un mínimo de garantías", afirma. Sin embargo, aprovecharán el proceso electoral para fortalecerse, pero, de momento, "sin presentar candidatos".Según Zamora -que dice no acostumbrarse a vivir en su país tras siete años de exilio-, el objetivo principal de la izquierda salvadoreña es "crear una correlación de fuerzas que permita el desarrollo de un consenso nacional popular, en el que participe la mayor cantidad posible de fuerzas políticas. Este consenso, traducido de alguna forma en Gobierno de transición, deberá negociar una paz efectiva, sacar al país de la crisis y preparar las condiciones de una democracia real".
Zamora sabe que esa tarea es larga y compleja -"por eso no nos ponemos plazos", dice- y arriesgada. Pesea las dificultades y a las amenazas que ha recibido, en un país en el que la violencia es parte integral de la política, se declara un " optimista realista". "Sabemos que recibiremos ataques violentos y atentados personales. Si quedamos vivos para contarlo, habrá que seguir luchando. Si no, otros seguirán nuestro camino", asegura.
