_
_
_
_

El encuentro entre Sihanuk y Hun Sen abre el camino de la reconciliación camboyana

Lluís Bassets

El príncipe Norodom Sihanuk y el joven primer ministro de la República Popular de Camboya, Hun Sen, de 36 años, conversaron ayer durante seis horas en el pueblecito de Fêre-en-Tardenois (Francia). El encuentro se considera como un paso importante hacia la reconciliación nacional camboyana.

En la Hostélerie du Château, un lujoso hotel situado a 100 kilómetros al noreste de París, los dos dirigentes celebraron una entrevista calificada de "privada", pero que es grabada en cinta magnetofónica para su posterior difusión. Las conversaciones proseguirán hoy, y se pueden prolongar varios días. Ningún comunicado ni conferencia de prensa dará cuenta de las reuniones, que se desarrollan en medio de grandes medidas de seguridad. La cita de ayer es la tercera que se dan el depuesto rey de Camboya y el primer ministro del Gobierno provietnamita. Las dos anteriores, en 1984 y en mayo pasado, no llegaron a buen término. Hun Sen quiere consolidar su Gobierno e incorporar a Sihanuk, quien desea una Camboya no comunista.El régimen de Hun Sen llegó al poder gracias al Ejército vietnamita, que terminó con la sangrienta dictadura de Pol Pot, en 1979. Desde entonces, 120.000 soldados del Ejército de ocupación y el Ejército camboyano, equipados con armamento soviético, combaten contra las tres guerrillas que apoyaq China y los países prooccidentales del sureste asiático. Sihanuk es el presidente del Gobierno de coalición de Camboya Democrática, reconocido por la ONU y que agrupa a las guerrillas, en las que los jemeres rojos continúan siendo la fuerza combativa más importante. El eventual fracaso de este intento de reconciliación con el régimen de Phnom Penh agravaría las fisuras de la coalición.

La celebración de las conversaciones parece responder también al callejón sin salida en que se encuentran las distintas partes beligerantes en la guerra camboyana. La guerrilla no tiene posibilidades de obtener sus objetivos mientras permanezcan las fuerzas vietnamitas. El Gobierno de Hun Sen tampoco puede sacar al país del abismo en que le sumergió el régimen de Pol Pot mientras prosiga el constante hostigamiento guerrillero.

Vietnam, presionado por sus estrecheces económicas y por la actual apertura de la Unión Soviétíca, desea retirarse de Camboya en 1990. China también quiere limar asperezas con la URSS y favorece los gestos de reconciliación de Sihanuk.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_