El ministro de Exteriores iraquí critica a la Unión Soviética

Tarik Aziz, ministro de Asuntos Exteriores iraquí, criticó severamente a la Unión Soviética por su actitud en el conflicto del Golfo que, en su opinión, "retrasa la aplicación del alto el fuego solicitado por la resolución 598 del Consejo de Seguridad". El ministro, iraquí efectuó esas insólitas declaraciones en la noche del pasado domingo a un grupo de periodistas extranjeros destacados en Bagdad, entre ellos el corresponsal de la BBC de Londres.La Unión Soviética es el principal proveedor de armas de Irak, pero en los últimos meses, en concreto a partir de la llegada al golfo Pérsico de una impresionante fuerza aeronaval norteamericana, ha iniciado un proceso de acercamiento hacia Teherán. El pasado 20 de noviembre, el ayatoleslam Rafsanyani, presidente del Parlamento iraní, declaró a un periodista japonés que la República Islámica estaba negociando un acuerdo de defensa con la URSS. Rafsanyani ha sido invitado a visitar Moscú, pero la fecha y el programa de su viaje no han sido presidados.

Antes que el ministro de Exteriores iraquí, la Prensa kuwaití había censurado la actual política soviética en la guerra del Golfo. Moscú ha propuesto la retirada de todas las flotas extranjeras de la región y el envío de una fuerza multinacional con bandera de las Naciones Unidas. Los soviéticos han bloqueado asimisrno los esfuerzos norteamericanos para que el Consejo de Seguridad proponga un embargo universal de armas contra el régirnen de Teherán.

En su última edición, la revista británica Janes, autoridad mundial en materia de armamento, informó que tal embargo sería inútil, dada la habilidad iraní para proveerse en el mercado negro mundial.

El pasado septiembre, Moscú adoptó la tesis iraní de que cualquier alto el fuego en el conflicto debe ir acompañado de la creación de una comisión internacional que determine cuál fue el país agresor y establezca las indemnizaciones que debe recibir la parte agredida. La República Federal de Alemania e Italia son, entre los países occidentales, los que también han mostrado su buena disposición respecto a esa exigencia iraní.