El teatro Apolo, recuperado para la zarzuela

El convenio de colaboración firmado ayer entre el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) del Ministerio de Cultura, el Banco de Vizcaya y el Nuevo Teatro Apolo convertirá a este último en sede permanente de la Antología de la Zarzuela y otras actividades líricas. Este convenio abre un nuevo camino en la política de mecenazgo que en los últimos años lleva a cabo el Ministerio de Cultura, ya que no se había producido hasta ahora un patrocinio de esta envergadura, en el que el Estado ha ejercido el papel de intermediario entre la entidad bancaria, y un teatro particular. Al nuevo teatro se destinarán 100 millones de pesetas para remodelación y otros 400 para los gastos de explotación de los próximos ocho años.

José Manuel Garrido, director general del INAEM; Francisco Luzón, director general del Banco de Vizcaya, y José Tamayo, director teatral y presidente del Nuevo Teatro Apolo, fueron los protagonistas en la firma de este convenio, cuyo objetivo es financiar la recuperación y mantenimiento del Nuevo Teatro Apolo de Madrid a fin de convertirlo en la sede permanente de la Antología de la Zarzuela y en escenario de otras actividades líricas.Este nuevo local contará con 100 millones para remodelar la sala y otros 400 para los gastos de explotación para los próximos ocho años. Dicha financiación quedó establecida en dos convenios, y en ella se acordó que el INAEM destinará 25 millones de pesetas para obras de remodelación y puesta en funcionamiento, con cargo, a partes iguales, a sus presupuestos de 1987 y 1988. Por su parte, el Banco de Vizcaya hizo efectiva una donación de 75 millones para sufragar el coste de las obras de restauración y acondicionamiento; asimismo, contribuirá con una aportación anual de 50 millones durante los próximos ocho años para colaborar al sostenimiento de los gastos de explotación del Nuevo Teatro Apolo, contribución que podrá renovarse anualmente, durante siete años más.

El Nuevo Teatro Apolo, empresa en la que participa el tenor Plácido Domingo, se erigirá en lo que hasta ahora era el Palacio del Progreso, en la plaza de Tirso de Molina. Se da la circunstancia de que el viejo teatro Apolo estaba ubicado en el número 45 de la calle de Alcalá, solar en el que se encuentra hoy la oficina principal del Banco de Vizcaya.

Esta iniciativa del Banco de Vizcaya, apoyada por el Ministerio de Cultura, abre una nueva etapa en la política de mecenazgos, ya que no sólo supone un apoyo inusual, por su cuantía, sino que nunca se había producido por un período tan largo de tiempo.

El antiguo teatro Apolo cerró su escenario tras su desaparición en 1929, después de medio siglo de actividad. El nuevo local tendrá un aforo de 1.341 localidades, 25 camerinos, salas de ensayo y cabinas de proyección y sonido. Sus instalaciones estarán climatizadas y dispondrán de circuito cerrado de televisión, un equipo de estereofonía en alta calidad y una luminotecnia de 350.000 vatíos.

Grandes títulos

La programación para 1988 está formada por un variado repertorio zarzuelístico, con obras que van de la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del XX. Desde Barbieri, con Los diamantes de la corona, hasta Falla, con La vida breve. La antología preparada recoge títulos como El Barberillo de Lavapiés, Doña Francisquita, La verbena de la Paloma, Luisa Fernada y Las Leandras,, entre otras.

Ernesto Halfter, Antón García Abril, Manuel Moreno Buendía y Agustí Bertomeu han sido los encargados de llevar a cabo1as correspondientes adaptaciones, contando el tratamiento musical de la Nueva Antología de la Zarzuela con la adaptación de las nuevas tecnologías.