El PSC acusa a Pujol de pretender dividir a Cataluña

Dirigentes socialistas y comunistas respondieron ayer, con argumentos diferentes, pero con idéntica dureza, a los ataques vertidos el domingo contra la oposición por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Lluís Armet, portavoz del Partit dels Socialistes (PSC-PSOE), responsabilizó a Pujol de querer dividir a Cataluña con "planteamientos profundamente antidemocráticos y antipatrióticos".Rafael Ribó, máximo dirigente del Partit Socialista Unificat (PSUC), calificó de inadmisibles las palabras de Pujol en las que aseguró que la oposición utilizaba la calumnia.

Socialistas y comunistas censuraron a Pujol la utilización del caso Galinsoga, asegurando que "no es posible aceptar amenazas contra los medios de comunicación".

Luis de Galinsoga dirigió La Vanguardia a finales de los años cincuenta. En 1959 protestó en una iglesia barcelonesa por la utilización del catalán en la homilía y pronunció la frase "todos los catalanes son una mierda". Este suceso provocó una airada reacción de los sectores democráticos y catalanistas, que culminó con su dimisión. Para Ribó, las palabras de Pujol suponen "una acusación y una amenaza a un medio de comunicación de nuestra ciudad".