La casa del espíritu

Todas las intervenciones de los delegados apoyaron al nuevo director general, excepto la del delegado africano, que matizó su respaldo con amargas palabras sobre la situación del Tercer Mundo, y más en concreto de África, sin disimular las responsabilidades occidentales. Mayor Zaragoza goza de un gran consenso pero no tiene carta blanca ni apoyos incondicionales en el mundo árabe y en África. Ésta es la lectura que puede hacerse de la sesión de ayer.El primer discurso de Mayor Zaragoza como director general de la Unesco empezó y terminó con dos citas literarias. La primera, versos del mexicano y antecesor suyo en el cargo Joaquín Torres Boded. La última, una cita de Albert Camus. Una frase del Rey de España, unos versos de Rainer María Rilke y un proverbio chino fueron las otras citas de su discurso, en el que abundaron expresiones de origen científico y las frases de intención poética. Algunas de sus expresiones no podían dejar de evocar tópicos habituales en España.

Calificó a Amadou Mahtar M'Bow de "africano universal" y propugnó para la nueva andadura de la Unesco una fórmula muy querida por los centristas: "Reforma, pues, o mejor reformas, pero sin ruptura".

Sus frases finales quisieron adoptar una densidad filósofica y casi religiosa: "Porque existe una fuerza indomable, que resiste todo, que emerge siempre, que vence al fin todos los obstáculos: es la fuerza creadora que distingue a la condición humana. Es la fuerza del espíritu. Y ésta es su casa".