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La contribución militar a la defensa antiaérea será el primer acuerdo entre España y la OTAN

Carlos Yárnoz

El primer acuerdo sobre la contribución española a la OTAN será el relativo a la conexión de los sistemas de alerta y control y a la coordinación de acciones de las Fuerzas Aéreas, según informan personas que conocen directamente las conversaciones que España y la Alianza mantienen desde el pasado septiembre para concretar esa contribución militar. Este acuerdo puede quedar concluido en la próxima ronda de conversaciones, prevista para el próximo mes de diciembre.

Aunque el principio de acuerdo en ese terreno quede constituido en breve, la materialización del mismo exigirá que las autoridades españolas mantengan contactos previos con los países vecinos más afectados por el proyecto. Técnicos militares y autoridades del Ministerio de Defensa visitarán pronto Francia, Portugal e Italia para conectar con ellos los sistemas de alerta y control y los planes de defensa aérea.Con respecto al sistema de alerta y control, España conectará su red con la NADGE (NATO Air Defence Ground Environment, o Infraestructura Terrestre de la Defensa Aérea de la OTAN). La NADGE cuenta con algo más de 90 estaciones de radar que, de Norte a Sur, cubren Noruega, Dinamarca, República Federal de Alemania, Holanda, Bélgica, Francia, Italia, Grecia y Turquía. Un complejo sistema de ordenadores y medios de comunicación hace posible la transmisión automática de los datos obtenidos por un radar de un país determinado al resto.

Se da la circunstancia de que precisamente España ha decidido ya adquirir dos o tres unidades de aviones AWACS, que serán precisamente Boeing 707, que son los aparatos que ahora emplea la OTAN y que, en un futuro próximo, también tendrán Francia y el Reino Unido.

La NADGE fue concebida en 1957 y se concluyó en 1973, si bien posteriormente se han realizado importantes mejoras en la misma, como fue la adquisición conjunta de aviones AWACS (Airborne Warning and Control System, o Sistema de Alerta y Control Aerotransportado, concebido para la detección de aviones o misiles que vuelan a muy baja altura).

Los tres ejércitos

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En España, el manejo y control de las estaciones de radar están en manos del Ejército del Aire, pero gran parte de los sistemas de defensa aérea, como los misiles antiaéreos o los propios medios para la defensa de bases aéreas, están en manos del Ejército de Tierra. Además, la Armada, mediante sus propios buques o con medios aerotransportados o con base en tierra, también colabora en el sistema de alerta y control.

Por ello, el acuerdo que se alcance entre la Alianza Atlántica y España incluirá cláusulas concretas relativas a los tres ejércitos. Básicamente, el Ejército del Aire participará con la transmisión a la OTAN de datos sobre el control del espacio aéreo español, así como en misiones de cobertura aérea del Mediterráneo, estrecho de Gibraltar, Atlántico oriental y archipiélago canario. La Armada tendrá que participar más en el Mediterráneo y en el espacio entre la Península y Canarias. El Ejército de Tierra lo hará en la defensa antiaérea de centros vitales de la Península o de áreas que serían empleadas como bases logísticas de la OTAN en caso de crisis.

También en este caso, como en la pretensión española de coordinar una flota permanente en el Estrecho (véase EL PAÍS del pasado día 9), un problema técnico será la presencia de la base de Gibraltar, bajo control británico, desde donde se dirigen numerosas misiones de control aéreo sobre el Mediterráneo occidental.

De otro lado, el mantenimiento operativo de todo el sistema español de alerta -que deberá ser modernizado en los próximos años para que encaje con el de la OTAN- supondrá unos elevados gastos, que, al menos en parte, España pretende que sean sufragados por la OTAN. Si así fuera, el Ejército del Aire solventaría un grave problema económico que, según insisten los mandos de las Fuerzas Aéreas, se derivará de la salida de los estadounidenses de la base de Torrejón.

Ahora, la mayor parte de los gastos de mantenimiento de Torrejón -donde se encuentra el centro de alerta y control- es sufragada por EE UU, pero tendrán que ser asumidos por el Ejército del Aire si finalmente abandonan la base los 72 aviones F-16 del Ala 401 norteamericana, extremo que es visto con preocupación por los militares españoles.

Presupuesto común

La pretensión española de que la OTAN pague parte de las inversiones militares en España está referida no sólo al sistema de alerta y control. La petición está basada en el hecho de que la Alianza dispone de un presupuesto común para gastos de infraestructura. Puesto que el territorio español ha sido ofrecido a la OTAN para su empleo global como plataforma logística y de retaguardia, las autoridades españolas entienden que los gastos generales de infraestructura necesarios para ello -en puertos, aeropuertos, almacenes, vías ferroviarias o carreteras- deberán ser pagados en parte por la OTAN.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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