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Crítica:'JAZZ'
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

De la maravilla al prodigio

United Jazz + Rock Ensemble. Tony Williams QuintetVIII Festival de Jazz de Madrid. Palacio de Deportes. 14 de noviembre.

Una formación como el United Jazz + Rock Ensemble facilita obviar la afirmación de que el jazz europeo puede ir a cualquier parte para aseverar, simplemente, que llega muy lejos. En United se encontraron hace ya 10 años un conjunto de notables. El más atinado biógrafo de Miles Davis y trompetista de voz propia, Ian Carr; el hombre que desde Europa volvió a inventar el trombón, Albert Mangelsdorff; un pianista de consciente majestuosidad como es Wolfgang Dauner; el bajista indispensable donde comparece Eberhard Weber, o un líder tan claro y rotundo como Kenny Wheeler. Y todos los demás.Los 10 subieron al escenario -Charlie Mariano, ausente- y volvieron a hacer patente que entre sus propias señas de identidad europea está un muy delicado sentido de la disciplina. Con la decena de músicos que forman la banda se podrían formar cuatro, cinco o seis cuartetos de evidente notabilidad. Pero desde el principio se reunieron para el sobresaliente colectivo. Impresiona ver a Mangelsdorff como sostén de sus compañeros, sometido al tiempo que hay que dejar a los demás. Y vale la pena hacerlo. Desde Barbara Thompson su entrada en el alto fue la más brillante, aunque no aplaudida, hasta el momento que se produjo- a la constante eficacia del baterista Jon Hiseman.

JAVIER DE CAMBRA

La inteligencia humana a la luz de la inteligencia artificialMarvin Minsky. Traducción de Lidia Espinosa de Mateu. Supervisión y revisión de Fernández Long y Reggini. Ediciones Galápago. Buenos Aires, 1987. 349 páginas. 5.671 pesetas. Principios de inteligencia artificial Nils J. Nilsson. Traducción de J. Fernández Biarge. Ediciones Díaz de Santos. Madrid, 1897. 422 páginas. 4.240 pesetas.

En un concierto de una hora y media, una decena de músicos brillantes mostraron la capacidad de someter su individualidad a la rotunda eficacia que debe definir una big band. El United es una de las mas atinadas y sugestivas bandas que hoy aparezcan en continente alguno. Un bello concierto compuesto por una sucesión de temas breves en los que el genio no abusó del talento y la frescura de quien, decididamente, quiere hacer música. United Jazz + Rock Ensemble es la maravilla instalada en la realidad del continente europeo.

El prodigio se llama Tony Williams. Ya lo era cuando a sus 17 años fue llamado por Miles Davis y todavía podemos reírnos cuando, en disco, volvemos a escuchar al presentador del Festival de Antibes. ¿Es que nadie se había fijado en los címbalos hasta que llegó Tony? Pero el prodigio continúa y esta vez fue convertir el inhóspito Palacio de Deportes -la verdad es que se llama como se llama- en un club. Y no sólo porque fuéramos tan pocos. En fiesta del sábado noche era difícil contar el millar. Y no preguntamos dónde está la afición por el simple temor de que la afición nos pregunte si no sabemos dónde están las taquillas y el calendario de este noviembre jazzístico por orden y semifinanciación gubernativa. El Palacio lo fue de la desolación, pero Williams vino con su banda a hacer música. Atrás quedaron las sucesivas Lifetime en las que todo sirvió menos para que Tony tocara la batería. Hoy quiere volver a hacerlo. El año pasado fundó este su último quinteto, y también él ve en el nuevo hard-bop de los ochenta una música que responde estrictamente al tiempo presente. Tal vez por su reconocido magisterio en los címbalos entró con un solo de caja que fue más interrumpido que animado. Pero a partir de ahí todo empezó a sonar como se pretendía. Incluido el triplicado de decibelios al que se somete a la audiencia en esta serie de dobles conciertos entre una banda y otra. Así se consigue que cinco suenen más que diez, más que nada por si hiciera alguna falta.

Williams sigue siendo muy joven para querer ser Art Blakey, pero sí parece dispuesto a ser director de sus propios mensajeros. Es hoy director de sus músicos y siempre es él quien da tirón constante de la banda. Fue capaz de hacerlo con Davis y también sabe ocupar expresamente el puesto de líder. Charnett Moffet es, claramente, el bajista que puede seguirle y Mulgrew Miller quien, desde el piano, completa la base sobre la que Bill Pierce, tenor, y Wallace Rooney, trompeta, explicitan la música que hoy Williams quiere hacer.

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