Rodolfo Terragno

Abogado, periodista, autor de los libros de ensayo de mayor venta en Argentina desde que se restableció la democracia, Rodolfo Terragno -ministro de Obras y Servicios Públicos en el renovado Gabinete de Raúl Alfonsín- es uno de los eslabones intelectuales perdidos durante la noche militar que se abatió sobre el país entre 1976 y 1983. Ahora, tras la publicación de sus ensayos más famosos, Memorias del presente y La Argentina del siglo XXI, que están batiendo récords de ventas, Terragno está comprobando desde el Gobierno que la teoría es muchísimo más sencilla que la práctica.

Pocos hombres públicos de Argentina pueden, como Terragno, mostrar su pasado y resistir la revisión. Hijo de un compositor de tangos que era radical y antiperonista, cuando regresó al país en 1985, después de un prolongado exilio, reconoció que -a pesar de la victoria electoral de Alfonsín- habría votado al candidato peronista. Dos años después, cuando el radicalismo sufre su más seria derrota y el peronismo recupera la mayoría electoral, Terragno acepta ser ministro en el Gabinete de Alfonsín.Sus 43 años de vida están marcados por una profunda independencia de opinión. Como periodista llegó a convertirse en uno de los más brillantes. Fue redactor de economía en la revista Confirmado y luego integró el staff de Primera Plana, un semanario político dirigido por Jacobo Timerman, mientras estudiaba Derecho y Ciencias Sociales de la universidad de Buenos Aires. En 1971, Terragno ingresó como columnista en La Opinión, el mítico periódico que Timerman dirigió hasta que le secuestró una banda militar, aunque Terragno, ya abogado, entabló juicio contra Timerman un año más tarde en su nombre y el de sus compañeros, después de una huelga que acabó con numerosos despedidos.

Desde entonces, 1973, Terragno ha intentado aventuras propias en el periodismo. Aquel año fundó Cuestionario, una revista política que alcalzó notable éxito, e inició la edición de artículos de actualidad. Uno de sus primeros libros, Los dueños del poder, editado en 1972, fue juzgado por el periódico conservador La Nación como de clara orientación antinorteamericana y prosoviética".

Terragno, que había compartido la euforia por el regreso de Perón y apoyaba la necesidad de un "acuerdo social", se enfrentó desde Cuestionario con José López Rega, el ministro que creó la Triple A y controló el Gobierno tras la muerte de Perón. Sufrió la persecución, pero permaneció en Argentina hasta el golpe de Estado que encabezó el general Videla en marzo de 1976. Un mes más tarde, Terragno se negó a someter su revista al llamado Servicio de Lectura Previo y decidió exillarse en Venezuela, donde fue contratado por el entonces presidente Carlos Andrés Pérez como asesor en asuntos internacionales.

Obra polémica

En Venezuela fundó El Diario de Caracas, y más tarde, en 1980, aceptó una beca para estudiar Filosofía Política en la universidad de Londres. Allí fue donde se produjo el cambio esencial en su concepción de la organización social. Participó como accionista en la editorial británica Latín American Newsletters y sus artículos se publicaron en 14 países, Argentina incluida.Poco antes había publicado su ensayo Memorias del presente, y después, en 1984, presentó su obra más polémica, La Argentina del siglo XXI, donde plantea su tesis de la modernización y su pasión por la biotecnología. Con estas ideas está en el Gobierno, ocupando el cargo de ministro. Tal vez comprobando en la práctica que era más sencilla la teoría.