Asesinar la esperanza
El Comité Català de Solidaritat Internacionalista amb Burkina Faso quiere rendir homenaje al presidente y líder revolucionario de Burkina Faso, Tomás Sankara, así como a todas las víctimas del golpe militar del pasado 15 de octubre.No han asesinado a un presidente más, han asesinado la esperanza de miles de millones de personas que, concretamente en África, se identificaban con el pensamiento de Tomás Sankara y que veían en las realizaciones de la revolución burkinabé contra la injusticia, el hambre, la colonización, el despotismo, la opresión, el apartheid, una ilusión recuperada después de tantas revoluciones ahogadas de una forma u otra.
Pero Tomás Sankara había llegado demasiado lejos en su honradez política y personal. La independencia económica y política le habían llevado a enfrentarse a Estados Unidos y a su brazo económico, el Fondo Monetario Internacional; a mantener una posición crítica con la política internacionalista de la Unión Soviética, y a denunciar permanentemente la agresión económica y de aislamiento propiciada por Francia, la verdadera responsable de la situación actual. En los foros internacionales estaba jugando un papel importantísimo a favor de la paz entre países hermanos en guerra. Lo había demostrado en la forma de resolver la guerra entre su país y Malí hace poco más de un año y estaba comprometido en mediar entre los oponentes de la guerra civil del Chad.
Ahora no importa que los nuevos gobernantes se autoproclamen más de derechas o más de izquierdas que Tomás Sankara y sus seguidores. Es igual. Ahora podrán manipular e intoxicar, pero el pueblo burkinabé sabe muy bien quién está detrás del asesinato de su esperanza. Cuando se produce un crimen, el culpable seguro que se encuentra entre quienes se benefician de él. Y significativas son las declaraciones del presidente francés Jacques Chirac a favor del neocolonialismo. Ya lo habían intentado otras veces. Habían lanzado a Malí contra Burkina en una guerra sin pretexto alguno hacía un año, pero ha sido utilizando la traición de algunos de sus más allegados seguidores la única forma de conseguirlo.
La revolución que Sankara encabezó el 4 de agosto de 1983 fue una revolución del pueblo, y estamos convencidos que será este mismo pueblo quien la va a defender.- Comité Català de Solidaritat amb Burkina Faso.
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