_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

En Brasil se había portugués

Jorge Valdano

En Brasil se habla portugués, y le dicen artilheiro al goleador; jogo al partido, y torcedor, al hincha; pero en Portugal se juega al fútbol como lo reinventaron en Brasil. Indígenas domesticados, colonizadores europeos y esclavos africanos interlambiaron genes en aquellas tierras calientes y, siglos después de aquel adecuado desorden, surgió un pueblo nuevo que, entre otras cosas, le puso al fútbol musica propia y a las mujeres un cuerpo infernal.Pasados cuatros siglos, la corriente migratoria se dio vuelta, y el Portugal que un día soñó confazer as Américas comeazó a recibir a americanos que bajaban del avión haciendo prestidigitación con una pelota en los pies. Colonizaron con tan buen gusto a sus antiguos colonizadores, que los lusitanos terminaron por amar el toque corto y la pausa hechicera.

Más información
El Madrid, ante su reto, más difícil del año

En el Oporto ataja un polaco, defienden dos centrales brasileños, complementan siete portugueses abrasileñados y le pone gol y le saca brillo un atacante que le hizo entender a la pelota el lenguaje universal del fútbol hablándole con acento argelino, y un entrenador yugoslavo que profesa y traduce ese cóctel en un equipo con carácter europeo.

Tienen un alto nivel de orgánización en su defensa zonal, una paciencia infinita en el centro del campo y un lujo llamado Raba Mayer que nació en Argelia. Es una de mis debilidades futbolísticas. Juega lindo, pero juega en serio. Dicen que "caballo de paseo no gana batallas"; lo que me gusta de Raba Mayer es que vale para pasear y sirve para la guerra. Si alguien descubre con qué pierna juega, mejor le pago una cena.

La línea media está formada por jugadores con oficio y personalidad que saben cuidar la pelota, tienen idea acerca de cuándo y en qué lugar hay que cometer una falta para interrumpir un avance rival y entienden de grandes responsabilidades: por algo son campeones de Europa. En defensa se mueven con orden, inteligencia y sin cnspaciones. Dos morenos (Celso y Gerardáo), que empiezan teniendo pinta de camioneros, comandan esa línea con solvencia y tranquilidad playera, conseguida en Ipanema o sucedáneo carioca, y lo hacen con tal elegancia que, al poco rato, los camioneros terminan pareciendo bailarines.

Contra este estilo adormilador de juego, el Real Madrid no tiene hábito de confrontación y llega a Das Antas con una diferencia ajustada, pero avalado por una estadística arrogante y con la voluntad de hacer historia. Esta noite se juega uno de esos partidos que gradúan a los buenos de grandes. Uno de esos partidos complicados. Uno de esos partidos de los que se sale sabiendo quién es quién.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_