Los corresponsales piden una gestión profesional para los centros de prensa

El Club Internacional de Prensa y la Asociación de Corresponsales de Prensa Extranjera se muestran disconformes con el sistema de gestión previsto en el proyecto de un centro internacional de prensa en Barcelona y reclaman una gestión exclusivamente profesional. La Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y el Colegio de Periodistas celebran conversaciones con los corresponsales para integrarles en la gestión de este nuevo centro. La dirección del centro de Madrid, a constituir próximamente, se encomendrá sólo a periodistas, según Santiago Varela, secretario general de la Oficina del Portavoz del Gobierno.

Cuando están a punto de cumplirse los 25 años -el próximo día 13 de este mes- de la creación del Club Internacional de Prensa, con sede en Madrid (que más tarde se desdobló en Barcelona), los corresponsales extranjeros se encuentran en una situación preocupante, según expresión de algunos de ellos, no sólo por el deterioro físico de algunos de los actuales centros (Pinar, 5, y Montesquinza, 41, de Madrid), sino también por el anuncio de creación de centros internacionales en Barcelona y Madrid.El Club Internacional de Prensa y la Asociación de Corresponsales de Prensa Extranjera protestaron recientemente por no haber sido consultados sobre el proyecto de creación del centro Internacional de prensa en Barcelona y mostraron su extrañeza por haberse enterado del proyecto por los periódicos. Expresaron entonces su preocupación porque no se mencionaba en el proyecto la forma de elección de las autoridades y se consignaba que sería gestionado por una junta en la que participan tres instituciones públicas y sólo una de periodistas, la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y la Oficina del Portavoz del Gobierno".

Conquista democrática

"Una de las conquistas", añadían los corresponsales extranjeros, "fue lograr en 1980 que las autoridades del Club Internacional de Prensa pasaran a ser elegidas democráticamente por sus socios, con la retirada de su junta directiva de los representantes del Gobierno". Los corresponsales extranjeros proponían abrir un diálogo con estas instituciones para arbitrar una gestión estrictamente profesional.El presidente del Club Internacional de Prensa y de la Asociación de Corresponsales de Prensa Extranjera, Tito Drago, dijo que en estas condiciones sería muy difícil que los periodistas participasen en las actividades del centro.

Josto Maffeo, corresponsal del periódico italiano Il Messaggero y tesorero del Círculo de Corresponsales Extranjeros, que funciona desde hace dos años, señaló que es necesario que haya un mecenas para el Club Internacional de Prensa, sea el Gobierno o sea otro organismo, "pero esta estructura tiene que estar, en cualquier caso, en manos de los periodistas". "El centro debería facilitar los elementos estructurales para que tanto los corresponsales fijos como los enviados especiales pudieran trabajar. Al periodista extranjero le interesa ante todo acercarse a la realidad española", agregó.

Walter Haubrich, corresponsal del periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung, que fue presidente del Club Internacional de Prensa durante siete años, ha dicho que si el Gobierno paga la infraestructura, es normal que la gestión administrativa la lleve no un periodista, sino un funcionario o un delegado del Gobierno. "Por lo demás, las distintas asociaciones deberán tener plena libertad para organizarse dentro del centro".

La Generalitat, el Ayuntamiento y el Colegio de Periodistas de Barcelona han hecho saber a los corresponsales extranjeros que piensan negociar con los mismos una fórmula de gestión en la que puedan participar todos.

Nada han dicho hasta ahora sobre esta petición de búsqueda de soluciones, según Tito Drago, los responsables o representantes de la Oficina del Portavoz del Gobierno.

El Colegio de Periodistas de Cataluña se planteó en 1986 la posibilidad de crear un centro internacional de prensa, el primero de España en su género. Las obras de construcción se iniciaron en agosto, y se espera que entre en funcionamiento el próximo mes de marzo. El centro se instalará en la Rambla de Cataluña, 10, de Barcelona, en el piso superior del edificio donde se encuentra el Colegio de Periodistas.