Un estudiante, expulsado de un colegio de hijos de militares por exhibir una bandera comunista
El estudiante de telecomunicaciones Manuel Rodríguez Higuero, de 21 años, hijo de un coronel del Ejército, ha denunciado ante varias instancias, incluido el Defensor del Pueblo, su expulsión, "por motivos políticos", de la residencia de estudiantes Generalísimo Franco de Madrid, en la que hay unos 200 universitarios hijos de militares.
Rodríguez Higuero fue expulsado el pasado año, después de que colocara en su habitación una bandera del partido comunista y un disco con el himno de La Internacional a elevado volumen.Los hechos, según un informe enviado por el Ministerio de Defensa al Defensor del Pueblo, ocurrieron el 17 de mayo del pasado año, "cuando Rodríguez Higuero puso el himno de La Internacional a todo volumen y desplegó una bandera de la Unión Soviética, en respuesta, según su testimonio, al himno de Cara al sol cantado por otros residentes y por una bandera de EE UU que el residente Javier Gómez Ruiz tenía en su habitación".
La direcciór de la residencia, coronel Pedro García Gómez, le impuso al joven la sanción de apercibimiento para la expulsión, por considerar que había cometido una falta grave comprendida en los artículos 120 y 121 del Reglamento de las residenciajs de estudiantes para hijos de generales, jefes y oficiales. Este reglamento de Defensa, elaborado en 1973, señala textualmente en el artículo 121: "Toda falta que, no figurando en este reglamento, deba ser sancionada se graduará por equiparación a las señaladas, a juicio del director".
Desfiles por el pasillo
A preguntas de este periódico, el coronel García Gómez ha indicado que no podía dar su opinión sin contar con la autorización expresa de Defensa. El coronel ya había impuesto en 1985 al mismo estudiante la sanción de apercibimiento por encender una estufa eléctrica en su habitación. Defensa comunicó al Defensor del Pueblo que la expulsión no se había debido sólo al incidente de la bandera, sino al expediente completo del estudiante.El estudiante expulsado de la residencia asegura que en el mismo centro, a cuya entrada figura un gran busto de Franco, ha visto en numerosas ocasiones a residentes cantando el Cara al solo regresando de manifestaciones ultraderechistas con banderas o embIemas inconstitucionales, pero que sólo a él le han aplicado una sanción tan fuerte por haberse mostrado simpatizante de otro tipo de ideas.
Rodríguez Higuero afirma que un compañero suyo de la residencia tenía en su habitación fotografías de Pinochet y Hitler, pero que nunca fue sancionado por ello, como tampoco lo fueron jóvenes que, en el aniversario de la muerte de Franco, desfilaban por pasillos del centro mientras cantaban el Cara al sol.
Los jóvenes de la residencia, ubicada en la calle de Juan Vigón, de Madrid, disfrutan de una beca y pagan una cantidad media mensual de 15.000 pesetas. Las cuotas mensuales en otros colegios universitarios ascienden a unas 40.000 pesetas. En la residencia Generalísimo Franco hay en la actualidad jóvenes universitarios y otros que realizan cursos de preparación para ingresar en las academias militares.
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