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Los socialistas austriacos votarán una propuesta para que Waldheim dímita

El Partido Socialista de Austria (SPOE) inició ayer en Viena su 30º Congreso ordinario con una rotunda reafirmación de los valores tradicionales del socialismo democrático y de su defensa y desarrollo en la sociedad del futuro. Además, ya en la primera jornada, se prodigaron los ataques y exigencias de dimisión al jefe del Estado, Kurt Waldheim, y se presentó un proyecto de resolución en este sentido que deberá someteme a votación mañana.

Ayer, varios oradores solicitaron al jefe del Estado -"un mentiroso rastrero", según llegó a decir un veterano socialista ante el pleno- que dimita "por el bien" de Austria. Josef Hindels, un viejo resistente socialdemócrata, manifestó que los socialistas harán todo lo posible para que el año 1988, 50º aniversario de la ocupación nazi de Austria, "sea conmemorado sin el lastre de Kurt Waldheim en la cúpula del Estado".A menos de un año de cumplir el centenario de su fundación, el Partido Socialista austriaco, una de las organizaciones de mayor tradición del movimiento obrero europeo, expresó ayer su compromiso con el Estado de bienestar social, la defensa del pleno empleo, la justicia distributiva y la tolerancia frente a las tendencias neoliberales y conservadoras que quieren presentar como irremediable y lógico el desempleo, innecesaria la lucha por la igualdad y obsoleto el Estado social.

En el marco de fuertes tensiones que sacuden el escenario político austriaco desde que fuera elegido Waldheim en junio de 1986, el SPOE celebra un congreso que plantea serias incógnitas y expectación.

Discrepancias internas

Sin su histórico líder, Bruno Kreisky, cuyo alejamiento del partido quedó ayer de nuevo patente con su ausencia, el SPOE se debate entre discrepancias internas sobre los métodos para superarla grave crisis de la industria estatal y salvar el Estado de bienestar social creado en trece años de mayoría absoluta en el actual Gobierno con el partido popular.La coalición con el Partido Popular Austriaco (OEVP) tiene numerosos adversarios en el SPOE, que ya ha advertido a su socio gubernamental que, en caso de que éste forme una coalición con el Partido Liberal de Austria (FPOE), de tendencia derechista, en el Estado federado de Burgenland, la alianza de gobierno federal en Viena podría quedar rota. Diversos oradores se manifestaron ayer por la disolución inmediata de la coalición.

Por otro lado, en los últimos meses han crecido las protestas de obreros y estudiantes contra la reestructuración de la industria estatal, de recortes en las subvenciones a los universitarios y la reforma de las pensiones. El canciller socialista, Franz Vranitzky, cuenta en el congreso con pleno apoyo, pese a sus diferencias con el ala izquierdista. La popularidad como dirigente con competencia y credibilidad que ha sabido ganarse le sitúa como líder indiscutido en el Gobierno.

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