Flores para el enemigo
Que Irak se enfrente a Irán (o viceversa, que tanto monta) no es, en principio, ninguna novedad para dos países que llevan más de siete años en guerra. Lo que ya no es tan frecuente es que dicho enfrentamiento se lleve a cabo en el terreno deportivo y que además vaya precedido por un envío de flores.Eso es precisamente lo que hicieron ayer los jugadores del equipo nacional de voleibol de Irak: enviar una rama de olivo y varios ramilletes de flores a sus adversarios iraníes antes del encuentro. Porque, cosas del destino, las selecciones nacionales de Irán e Irak deben competir por los puestos noveno y décimo de la clasificación en los cuartos campeonatos asiáticos de voleibol, que se celebran actualmente en Kuwait.
Cuando en el pasado se ha planteado una situación similar en la Liga regional de fútbol, los equipos se han negado a jugar, aun perdiendo la oportunidad de mejorar sus clasificaciones. Ahora bien, la actitud iraquí -una demostración de su voluntad de paz, según la agencia oficial iraquí, INA, que dio la noticia- parece indicar la disposición de este equipo a acudir al campo de juego.
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