Curiosa sorpresa
He leido con interés el artículo de Jorge de Esteban La Universidad, al paro, publicado ene EL PAÍS del pasado día 15. Comparto, en líneas generales, sus opiniones sobre la Universidad española, pero me resulta curioso que haya constituido para él una sorpresa constatar que en nuestro país lo que existe sean, más que "verdaderas universidades", "centros recreativos o culturales", o que "en todos los buenos profesores... ha cundido el desánimo y la falta de ilusiones...". Aunque sus contactos con el mundo universitario hayan sido "prácticamente inexistentes" durante la etapa en que h sido embajador en Italia, habría que suponer que el Estado español le ha mantenido al tanto de lo que sucedía en su país. Y, desde luego, estoy seguro de que habrá leído regularmente la Prensa española, incluido EL PAÍS. Pero entonces, ¿cómo cabe explicar su ingenuidad al reincorporarse a la via académica impregnado de "curiosidad y de esperanza por el presente y futuro que me aguardaba en mi profesión original"? ¿Será que en estos últimos años lo único que ha pasado a funcionar mejor -más eficazmente en nuestro país es el aparato o los aparatos, seamos pluralistas- de propaganda? Presiento, en todo caso, que las sorpresas del ex embajador al reincorporarse a la patria no se van a terminar en la Universidad, si es que empezaron ahí- Catedrático de Filosofía del Derecho
