El nombramiento de cinco nuevos obispos acentuará el giro conservador del episcopado español

Cinco nuevos obispos titulares de diócesis y, probablemente, cuatro auxiliares serán nombrados antes de fin de año, seguramente el próximo mes de noviembre, según medios eclesiásticos. Las nuevas designaciones resolverán algunas de las incógnitas que la Iglesia española tiene planteadas en estos momentos, tales como la descentralización de la diócesis de Madrid, y acentuarán el giro conservador de la Conferencia Episcopal observado desde la llegada del nuncio de la Santa Sede en España, Mario Tagliaferri. Medios eclesiásticos han apuntado a este diario la probabilidad de que entre esos nuevos nombramientos figure como gran tapado un obispo perteneciente al Opus Dei. Otras fuentes lo dan como poco probable, por innecesario, debido al carácter marcadamente conservador que presidirá los nombramientos.

Las diócesis vacantes en este momento son las de Orihuela-Alicante, Ciudad Rodrigo, Plasencia, Osma-Soria e Ibiza. No son diócesis grandes, aunque quienes figuren próximamente a su frente pueden contribuir a acentuar la política restauracionista. A estos nombramientos podrían sumarse las designaciones de algunos obispos auxiliares, que en el caso de Madrid será por lo menos uno, aunque el número óptimo se considera que es dos. Con ello se iniciaría la descentralización de esta gran diócesis, que ya se arrastra desde hace tiempo. Esta posibilidad ha vuelto a cobrar fuerza, según medios eclesiásticos, después de la intervención quirúrgica a que fue sometido el pasado mes de agosto el cardenal de Madrid Angel Suquía. Asimismo, el alejamiento de Madrid del obispo auxiliar Alberto Iniesta, que ahora preside la Comisión Episcopal de Migraciones, hace recomendable este reajuste.Por el momento, se barajan diversos nombres, aunque, según fuentes eclesiásticas, no pasen de ser rumores de cocina, ya que la identidad de los candidatos es celosamente guardada. Incluso los obispos desconocen la relación completa de candidatos, a pesar de que han sido consultados al respecto y el año pasado realizaran una visita ad limina a Roma, durante la que informaron al Papa. Se habla, por ejemplo, de Felipe Duque, delegado episcopal de Cáritas; José Luis Irízar, que forma parte de la Comisión del V Centenario; Juan María Laboa, hermano del nuncio en Panamá y profesor del seminario de Madrid, y del que fuera párroco de Las Delicias (Madrid) y actual vicario episcopal de Madrid, Antonio Astilleros.

Los sectores progresistas de la Iglesia no ven con buenos ojos esta línea de nombramientos, ya que, en su opinión, consolida el giro derechista produ cido desde la llegada, hace dos años, del nuncio de la Santa Sede Mario Tagliaferri. Estos sectores creen que entre las nuevas designaciones figurará un miembro del Opus Dei, que no cuenta con ningún representante en la Conferencia Episcopal española. El nombramiento obedecería a la primacía que desde las esferas vaticanas se da a los nuevos movimientos tipo Opus Dei o Comunión y Liberación, tal como se está poniendo de relieve en el transcurso del sínodo sobre los laicos que se celebra desde principios de este mes en Roma.

Aunque ahora no hay ningún obispo en España propiamente del Opus Dei, se considera a algunos miembros del episcopado muy próximos a esta prelatura personal.

El giro restauracionista que inició la Iglesia española después de la dimisión de Vicente Enrique y Tarancón se vio confirmado con la elección el 24 de febrero de este año de Ángel Suquía como presidente de la Conferencia Episcopal. Sin embargo, el actual cardenal de Madrid consiguió el cargo por un escasísimo margen de votos, lo que demuestra, a juicio de algunos observadores, las reticencias existentes entre los obispos españoles a elegir un candidato considerado marcadamente conservador. Con los nuevos nombramientos, se consolida al sector restauracionista de la Conferencia Episcopal, por encima del moderado y del progresista, cada vez más minúsculo.

Aunque los nuevos nombramientos se realizarán el próximo mes de noviembre, se desconoce en medios eclesiásticos si se producirán antes o después de que el plenario de la Conferencia Episcopal Española proceda a elegir secretario general, en la semana del 16 al 20 de ese mes. El actual titular, Fernando Sebastián, repetirá muy probablemente en el cargo. El pasado mes de septiembre, el propio Sebastián manifestó a los periodistas: "Estoy dispuesto a dejar la secretaría, pero también estoy dispuesto a obedecer a los votos de los obispos y a la Iglesia". Estas manifestaciones se interpretan como una aceptación de un nuevo mandato de cinco años.

Teólogos de raza

Sebastián es una figura clave en la Conferencia Episcopal, ya que en él recae buena parte del peso de las relaciones Iglesia-Estado. Él actual secretario general, que fue ordenado sacerdote claretiano en 1953, se ganó fama de teólogo progresista y dejó constancia de su pensamiento avanzado en publicaciones como Iglesia Viva. Su nombramiento como obispo no fue bien visto por los sectores más conservadores, que le consideraban un progresista inquietante.Luego moderó paulatinamente sus posiciones hasta el punto de ser calificado como "teólogo de UCD". Fue obispo de León y rector de la universidad Pontificia de Salamanca. De él se ha dicho que intervino en la redacción del texto que sirvió de base para la llamada homilía de la corona, un apoyo explícito de la Iglesia a la democracia.

En sus últimas declaraciones ha criticado abiertamente a los teólogos de la liberación, a quienes no considera "teólogos de raza". También ha atacado abiertamente los congresos que organiza anualmente la Asociación de Teólogos Juan XXIII. En una reciente comparecencia ante los medios de comunicación, monseñor Sebastián aseguró: "Yo nunca fui progresista contra el magisterio del Papa". "Hay mucho progresista congelado en el progresismo de los años setenta", añadió.

En las pasadas elecciones a la presidencia de la Conferencia Episcopal, y durante una entrevista a una emisora de radio, Fernando Sebastián apostó por la reelección de Gabino Díaz Merchán.