UGT y EL PAÍS

No sin gran sorpresa, por no decir indignación sigo la información,sigo la información de EL PAÍS sobre la política económica del Gobierno. Pero lo que, a mi juicio, es intolerable es el contenido del editorial del pasado día 15 de octubre, titulado La esquizofrenia ugetista.

Asegura el editorialista que, respecto a la postura de UGT sobre el aumento del 4% de los salarios de los funcionarios, la nueva escala tributaria incrementará el poder adquisitivo de los contribuyentes entre tres y siete puntos. Nada más falso.

Para ingresos entre 1,4 y 2 mi llenes, la cuota a pagar a Hacienda en la próxima declaración es, redondeando, entre 300.000 y 400.000 pesetas, y a este arco, con seguridad, pertenecemos hasta el 75% de los españoles. Esta cuota, para la declaración de 1987 y respecto a la anterior, disminuye en el mejor de los casos, cuando no es superior, en sólo uno o dos puntos.

Pero es que la deducción general suprimida supone, de hecho y para estos casos, un aumento entre cuatro y cinco puntos con relación a la cuota íntegra de 1986 .Reducir, además, la deducción del 17% al 15% por adquisición de vivienda habitual supone igualmente un aumento fiscal entre dos y tres puntos sobre la citada cuota. Hay que tener en cuenta que esta medida afecta a muchos contribuyentes, pues los gastos hipotecarios se prolongan hasta 15 años. Por otro lado, el que a partir de enero próximo se disminuyan en dos puntos las retenciones en los salarios no significa, a efectos de ingresos, absolutamente nada (si acaso una despreciable apreciación inflacionista). Lo que importa es lo que al final terminaremos pagando al fisco, y la cuota, como vemos, con dos simples medidas, va a subir de hecho entre seis y ocho puntos para una gran mayoría.

Por ello no es justificable ese 4% para funcionarios, máxime cuando hay pérdidas de poder adquisitivo acumuladas desde hace bastantes años.

Es cierto que existe estabilidad laboral en el colectivo al que pertenezco; pero, frente a esa ventaja laboral, existe una clara discriminación respecto a otros, derechos laborales conseguidos por otros sectores de trabajadores.

Justificar, como lo hace el editorialista, ese 4% del ministro Solchaga en que la productividad de la, Administración es escasa no es problema que debamos resolver los funcionarios y que encima deba afectar a nuestras retribuciones. Realmente no entiendo la defensa esquizofrénica que hace EL PAÍS de las tesis esquizofreánicamente recaudatorias que mantiene Carlos Solchaga-

. Funcionario no afiliado a UGT.