Existencia de 'cinco Españas' desde el punto de vista sociolaboral
Desde el punto de vista de la situación sociolaboral se puede hablar de la existencia de cinco Españas: la de los que trabajan (la más numerosa), la de quienes se dedican exclusivamente a sus labores (aproximadamente un cuarto del total de adultos), la de los jubilados (algo más de uno de cada ocho españoles mayores de 18 años), la de los estudiantes (uno de cada 10 mayores de edad) y, por último, la de los parados.Estos últimos constituyen en torno al 21% de la población activa (es decir, de la población que, teniendo edad legal para trabajar, efectivamente trabaja o busca empleo) según las estimaciones oficiales, pero que en nuestro sondeo representan tan sólo el 14% de los activos. Esto suele ser frecuente en los estudios de opinión, donde lo usual es que la cifra de autodefinidos como parados sea apreciablemente menor que la cifra oficial de paro: no todos los definibles objetivamente como parados se sienten o consideran como tales.
Pues bien, en el actual contexto general de mayor optimismo respecto del estado de la economía y de la política españolas, los ciudadanos mayores de 18 años que ahora tienen trabajo (en torno al 40% del total) son los que en clara mayor medida se sienten satisfechos con su situación personal. En efecto, entre ellos, por cada 100 que se declaran insatisfechos con su trabajo, 863 se declaran, en cambio, muy o bastante satisfechos.
Aparecen a continuación los estudiantes, entre los cuales la relación satisfechos / insatisfechos es de 678 por cada 100.
Las personas que dicen estar dedicadas exclusivamente a sus labores ocupan un tercer lugar en cuanto a grado de satisfacción cen la propia suerte: los felices cuadruplican a los insatisfechos.
Por otro lado, entre los jubilados, satisfechos e insatisfechos aparecen algo más equilibrados, si bien predominan claramente los primeros (162 por cada 100 de los segundos).
Finalmente, sólo entre los españoles en paro los insatisfechos superan ampliamente, en proporción, a los satisfechos: por cada 100 disconformes con su actual situación sólo hay 62 conformes. Aun así, lo cierto es que prácticamente uno de cada cuatro españoles en paro declara encontrarse muy o bastante satisfecho con la vida que lleva (quienes piensan lo contrario representan el 37%).
Los que trabajan
El 41% de los españoles que tienen trabajo percibe que, económicamente, las cosas están más o menos igual en su empresa o centro laboral. Una importante minoría, sin embargo (28%), nota más movimiento en las mismas. Es decir, el clima de opinión predominante entre los mismos al respecto puede ser descrito como igual, tirando a mejor.
Por otro lado, la mayoría casi absoluta (48%) espera que en los próximos meses la conflictividad laboral en su lugar de trabajo sea la misma que en el pasado reciente, y un 15% considera que puede llegar a ser mayor (sólo el 12%, por contra, anticipa una disminución). Al mismo tiempo, una abrumadora mayoría (78%) indica que le gustaría que en los próximos meses la actuación de los sindicatos fuese la negociación, sin llegar a la huelga.
La convocatoria de nuevas huelgas, por el contrario, sólo cuenta con el apoyo del 5% de quienes tienen trabajo.
Haciendo gala quién sabe si de buenos propósitos o simplemente de juvenil optimismo, el 75% de los mayores de 18 años que se dedican exclusivamente a estudiar encara este nuevo curso con la convicción de que podrán sacarlo entero en la convocatoria de junio. Sólo un 11% cree desde ahora que tendrá algún suspenso (el 14% no emite opinión al respecto). Lógicamente, dada su edad, se trata en su mayoría de estudiantes universitarios.
Si tenemos en cuenta que, según estudios recientes, sólo uno de cada cuatro de éstos logra completar sus carreras en los cinco años previstos, en general, para ello, podremos quizá calibrar el apreciable grado de irrealidad de estas previsiones.
En todo caso, lo que sí tiene claro una abrumadora mayoría del 84% (y en ello coinciden también con estudios recientes al respecto) es que los estudios ayudan a conseguir empleo. Tan sólo el 16% piensa, por el contrario que el empleo no tiene mucho que ver con el nivel de estudios alcanzado.
Los parados constituyen como ya se ha visto, el sector más insatisfecho con su situación actual. Pese a considerar, mayoritariamente, que hacen cuanto está en su mano por conseguir un empleo (el 65% así lo manifiesta), tres de cada cuatro consideran que sus posibilidades de lograrlo en los próximos meses son pocas o ninguna.
El clima de opinión claramente dominante entre ellos es, así, de desánimo y desesperanza; pero no, al menos todavía y para el conjunto, de desesperación. En efecto, apenas uno de cada dos parados declara estar dispuesto a aceptar cualquier trabajo; la otra mitad, por el contrario, sólo se muestra dispuesta a aceptar trabajos que les pudiera interesar económica o profesionalmente.
Hay en esto, sin embargo, diferencias importantes según la edad: los parados más jóvenes son los que en medida netamente más amplia se muestran más selectivos respecto de un posible trabajo; entre los mayores de 35 años, en cambio, aumenta sustancialmente, hasta hacerse ampliamente mayoritaria, la proporción de quienes dicen que aceptarían cualquier tipo de trabajo.
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