Desarmados los soldados de una base que visitó Corazón Aquino
Corazón Aquino comenzó una gira por las bases militares filipinas para atraerse la lealtad del Ejército en el pequeño cuartel provincial de Bulacan, donde sus guardias personales desarmaron a los soldados antes de la llegada de la presidenta.Situado al norte de Manila, en una zona pobre del campo filipino, el cuartel de Bulacan simboliza las críticas de los militares rebeldes sobre la situación en que se encuentra el Ejército. Lo más moderno que podía verse era el helicóptero que trasladó a Aquino y la alfombra roja que desplegaron sus guardias, en medio de un campo de recreo destrozado y frente a todas las ventanas rotas del edificio.
La presidenta, de 54 años, que ha sobrevivido a cinco intentos de golpe de Estado en 19 meses, advirtió a la centena de soldados que deben permanecer alertas. "Esto va para quienes intentan derrocar al Gobierno, sean de la extrema izquierda o de la extrema derecha", dijo. "Nosotros, los que estamos en el centro, tenemos verdaderamente que unir nuestras fuerzas, porque ese es el único camino por el que podremos no sólo sobrevivir sino también reconstruir nuestro país", añadió.
Momentos antes, sus guardias habían retirado las revistas existentes en el cuartel, vaciado las cartucheras de los soldados y guardado en una caja de seguridad sus pistolas. Sonriente y tranquila, Aquino logró arrancar del cuerpo castrense un aplauso voluntario. Muchos soldados indicaron que les hubiera gustado hablar con la presidenta sobre los problemas que conlleva servir al ejército más pobre de Asia. Es la primera visita que Aquino realiza a una instalación militar, fuera de Manila, desde la intentona golpista del 28 de agosto.
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