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Un médico holandés dice que ha aplicado la eutanasia a decenas de adolescentes

El debate sobre la legalización de la eutanasia ha resurgido con fuerza en Holanda el pasado fin de semana a raíz de las revelaciones de un célebre cancerólogo del hospital de niños de Amsterdam, que reconoció públicamente haberla practicado sobre decenas de adolescentes cuyos padres no fueron informados por el médico.

El profesor A. P. Voute ha reactivado la polémica entre partidarios y adversarios de la eutanasia activa al conceder el pasado fin de semana una entrevista al diario vespertino Het Parool en la que confiesa haber proporcionado la "píldora de la muerte dulce" a jóvenes de entre 15 y 18 años enfermos de cáncer y que se encontraban en fase terminal.Las revelaciones de este catedrático de oncología infantil de la universidad de Amsterdam han incitado al fiscal general de la ciudad, R. B. M. Berger, a solicitar al inspector de sanidad del norte del país que investigue los hechos, al tiempo que los partidos liberal y democristiano, que integran la coalición gubernamental, se enzarzaban en una nueva disputa sobre la necesidad de someter rápidamente al Parlamento un proyecto de ley que legalice la eutanasia.

El Código Penal holandés prevé hasta.12 años de cárcel para todo aquel que "dispone de la vida de otro a su explícita demanda", pero los tribunales se han mostrado tolerantes a la hora de aplicarlo, y en abril, por ejemplo, condenaron a tan sólo 12 meses de prisión a un enfermero que había asfixiado con una tela a un enfermo epiléptico moribundo.

Ayudar a morir

El doctor Voute asegura "no haber intentado nunca convencer a ningún joven paciente de disponer de los medios para suicidarse", pero no ha negado la píldora a aquellos que en las últimas semanas de su vida la reclamaban, porque "los muchachos tienen también derecho a una muerte digna" y el comprimido ayuda a dignificarla, al permitir al enfermo, por ejemplo, morir tranquilamente en casa, rodeado por los suyos, en vez de fallecer en una cama de hospital."Si alguien me pide ayuda", declaró el célebre pediatra en una ulterior entrevista publicada ayer lunes por el rotativo De Telegraaf, "no la doy inmediatamente, porque proporcionar.. la requiere una relación previa, duradera y de confianza", y, también consultar al médico de cabecera del adolescente, pero no forzosamente a los padres. Voute se ha limitado a aconsejar a sus pacientes que "discutan el tema con su familia".

A lo largo de sus 20 años devida profesional, los últimos en el hospital infantil Reina Emma, de Amsterdam, el cancerólogo atiende anualmente entre 1150 y 170 enfermos graves de cáncer, pero sólo ha dado la famosa píldora a aquellos que, se la han solicitado 3, que "tenían por delante un camino de horribles dolores", en total unos 40, entre los cuales el mas joven tenía 15 años.

Pero Voute no se ha autoimpuesto un límite de edad. "Conocí", comentaba a Het Parool, "a un niño de ocho años que rechazaba sistemáticamente todos los tratamientos. Ese crío sabía muy bien lo que quería. Si me hubiese pedido una píldora, se la hubiese dado".

Con la píldora a su alcance, "los jóvenes tienen", según el profesor, "un sentimiento de seguridad".

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