Medios del juzgado

Como hace poco se reconoció desde el mismo Consejo General del Poder Judicial, la actual situación de atasco de trabajo en los juzgados puede llegar a producir una verdadera quiebra del Estado de derecho. Desde luego, es mucha la gente que piensa que ese Estado lleva mucho tiempo en quiebra. Las demoras en la resolución de las causas hacen que la gente prefiera un mal arreglo que un buen (?) pleito. Pero, en un arreglo de este tipo, la parte más débil (normalmente la que tiene razón) tiene que aceptar las condiciones que le imponga la más fuerte.Un modo de atacar esta situación consiste en dotar de más medios a los juzgados o, dicho de otro modo, en aumentar los presupuestos que a ellos dedica el Ministerio de Justicia. Pues bien, en el vago avance que de los Presupuestos Generales del Estado pudimos ver en los periódicos se asignaba un misérrimo incremento del 14% a Justicia, frente a fastuosos aumentos a Industria o a Obras Públicas. Si los tribunales de justicia son la defensa de los que no pueden defenderse de otro modo y la garantía del cumplimiento de unas leyes en cuya elaboración, de algún modo, participamos todos, parece prioritaria la mejora de su funcionamiento, aunque para ello haya que disminuir, por ejemplo, las asignaciones a los otros dos ministerios que he citado.

Pues bien, no sólo no se les dan más medios a los jueces, sino que, según las intenciones del Gobierno, serán los jueces los encargados de agilizar la recaudación ejecutiva autorizando la entrada del recaudador en el domicilio del deudor en un plazo de 24 horas. Si la defraudación fiscal es en nuestro país tan común como se dice, mucho me temo que los jueces deberán dejarlo todo y dedicarse exclusivamente al delito fiscal. ¿Quién iba a suponer, antes de esto, que los jueces se iban a convertir en la pieza fundamental del Ministerio de Hacienda?-