Díaz Merchán pide en el sínodo mas participación para los seglares
Gabino Díaz Merchán, arzobispo de Oviedo y ex presidente de la Conferencia Episcopal Española, abrió ayer los trabajos del sínodo, en los que denunció el hecho de que los seglares "se mantengan en un estado casi infantil dentro de la Iglesia". Para salir de esta triste realidad, el arzobispo español ha propuesto algunos puntos a la consideración del sínodo universal de los obispos. Primero, no dar por descontada la fe de los bautizados y su adhesión real a la Iglesia. Segundo, superar "la dinámica de la rivalidad y de la confrontación entre miembros de la Iglesia". Díaz Merchán pidió más canales del participación para los seglares.Díaz Merchán afirmó con mucha sutileza que el reconocimiento de los diversos carismas de cada uno debe estar orientado hacia el respeto de todos "en una actitud", dijo, "de humilde servicio y nunca de dominio o de poder mundano".
El arzobispo de Oviedo pidió también que "se abran canales más amplios de participación para los seglares en la Iglesia", así como que se reconozca a los hombres y mujeres bautizados "la posibilidad de llegar a responsabilidades eclesiásticas en virtud de su consagración bautismal". Pidió que se acepte "en la práctica", y no sólo teóricamente, la especial responsabilidad de los seglares "en la gestión de los problemas seculares".
En este campo, Díaz Merchán fue muy explícito: "Cuando se trata de un empeño de toda la comunidad eclesial en el servicio de los pobres, en la lucha a favor de la justicia y de los derechos humanos", el discernimiento eclesial debe fiarse sobre todo "de la experiencia y del juicio moral de los seglares". Más aún, cuando se trate de "opciones temporales particulares" la Iglesia, dijo el arzobispo de Oviedo "debe reconocer la justa libertad de los seglares católicos de elegir en conciencia y de decidir libremente en estas materias".
La función de la jerarquía según Gabino Díaz Merchán debe ser, si no se quiere que los seglares permanezcan eternamente en un estado infantil, el de sostenerles con la oración y con el diálogo fraterno "pero sin llegar", dijo en un óptimo latín, "a condicionar la libertad de decisión de los cristianos empeñados en tales funciones". La intervención del arzobispo de Oviedo fue muy aplaudida, sobre todo por parte de los 60 seglares presentes al sínodo.
Por su parte, el arzobispo de Praga, cardenal Tomasek, señaló que los fileles cristianos "tienen la especial misión de dar un testimonio de fe porque viven cotidianamente con otros hombres", para ser testigos de Jesús y hacer apostolado, informa Europa Press.
