Montañas nevadas
Nuestro país camina en este período, que quiere ser de modernización, hacia el asentamiento de tres valores que en las modernas sociedades occidentales se están dando desde hace una década por lo menos, y son: la juventud, la limpieza (asepsia) y la riqueza, ocultando, cuando no emedando, todo lo que suponga la vejez, la suciedad (infección) y la pobreza.Lo viejo se renueva, lo sucio se limpia, lo pobre se oculta. Teniendo en cuenta los grados y matices que encierran estos contrarios, yo me pregunto:
1. ¿Qué quedará a los que no sean jóvenes? (no en edad, la moda y los centros de salud, belleza y reciclajes se encargan de este valor).
2. ¿Qué quedará a los que no sean limpios? (y no sólo en su cuerpo, en su casa o en lo hacendístico, sino no limpios -infecciosos- en ideas, opiniones, reflexiones y, memorias que no sean añoranzas y revivals; en suma, a los no limpios en pensamiento o, dicho de otra manera, a los que no pasan el cerebro por el cedazo).
Y por último, ¿qué quedará a los que no sean ricos en confort, en estabilidad y, por supuesto, en dinero (valor primum... hoy en día)? (de la riqueza espiritual se encarga el ministerio de limpieza correspondiente).
¿Quedará acaso el aburrimiento? No. Muchos jóvenes, limpios y ricos tienen que contar de sus aburrimientos (ausencia de humor). ¿Quedará la marginación? Sí. Y no me sitúo en los centros recreativos de los jóvenes y limpios marginales, sino en los espacios sociales, profesionales o creativos donde el desasosiego y la injusticia son inquilinos bastante habituales.
Afortunadamente, queda el valor para mediovivir o sobrevivir.
Afortunadamente, los seres humanos poseemos una lengua, la de los marginales está atada con un hilito (invisible) porque a veces suele ser cortada.
¡Encima tullidos! ¡Eso no es nada nuevo!, diría un astuto pensamiento limpio. A lo que un marginado contestaría: es que
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nosotros tenemos ojos hasta en el cogote, y algunos son como puños.
Aquí acaba este escrito, pero les contaré lo que sucedió cuando lo releí de nuevo. Sucedió que me sobrevino el vómito de una vieja canción (Montañas nevadas), que los que tengan 33 años como yo quizá recuerden haberla cantado en la escuela. Les adjunto la letra, pueden cantarla a ritmo de marcha...
No se sabe cuándo ni cómo, actúa el subconsciente, ¿verdad?
No me parece una letra de risa, sino una letra documental.
¿Han probado con el piano?, la música no lo es menos.
¿Han probado a jugar con las palabras, quita aquí, pon allá.... etcétera?
En fin, esto es otra historia. Charo Sierra Palacios.
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