Las obras interiores denunciadas por el Ayuntamiento en Almacenes Arias, decisivas en la propagación del fuego
El hueco de comunicación existente entre la planta segunda de la calle de Montera, número 31 -lugar donde comenzó el incendio de Almacenes Arias-, y la planta tercera del número 29 "influyó decisivamente en la propagación del incendio", según el informe previo elaborado por cuatro peritos judiciales a petición del juez que lleva el caso. Este hueco, al igual que los que comunicaban las distintas plantas de los dos edificios, fue denunciado como ilegal por los servicios municipales hace dos años. Desde entonces el Ayuntamiento denegó las solicitudes hechas por la propiedad para legalizar estos huecos.
El informe previo entregado al juez que lleva el caso, Andrés Martínez Arrieta, titular del Juzgado número 11, indica que la propagación horizontal del fuego entre ambos edificios se vio favorecida al quedar abierta la puerta del hueco de comunicación. Esta circunstancia debió de aportar oxígeno al foco de fuego ya existente, según deducen los peritos.Los cuatro expertos que firman el dictamen -técnicos en estructuras y extinción de incendios- afirman haber llegado a esta conclusión a través de las declaraciones ante el juez de los empleados que detectaron el foco del incendio y trataron, sin éxito, de apagarlo con los extintores de la planta. Horas después, y a causa del derrumbe del edificio de Montera, 29, fallecieron diez miembros del Cuerpo de Bomberos.
La propagación del fuego -que según el informe tuvo su foco inicial en el número 31- se produjo gracias al hueco de comunicación entre ambos edificios, que, a juicio de los peritos, fue decisivo. Asimismo, la diferencia de presión entre las plantas de los dos edificios colindantes hizo que la propagación del fuego fuera horizontal.
Rápida propagación
El informe indica, por último, que las causas que propiciaron la rápida propagación fueron el aumento de temperatura sufrido en la planta tercera del número 31 y el alto poder calorífico de las mercancías depositadas en ambos pisos.La existencia de huecos entre las plantas de los dos edificios que Almacenes Arias tenía en la calle de la Montera fue detectada por los servicios municipales en enero de 1985. Cinco años antes la propiedad había comunicado al Ayuntamiento la compra del edificio situado en el número 31 de la calle, y en 1981 había solicitado el cambio de nombre para cambiar el anterior de Nuevas Pañerías por el de Almacenes Arias.
Como consecuencia de la inspección realizada por el Departamento de Disciplina Urbanística en 1985, se comprobó que los citados huecos de comunicación no contaban con la preceptiva licencia, lo que motivó en los cuatro meses siguientes dos solicitudes de la propiedad para legalizarlos. La petición de estas licencias, según informó días después del incendio Jesús Espelosín, responsable de Urbanismo, fueron denegadas. Ese mismo año, Protección Civil inspeccionó los edificios y fijó la obligación de instalar en estos huecos unas puertas metálicas, indicación que no fue atendida. Entre tanto, de acuerdo con la versión del Ayuntamiento, los huecos debían haber sido cerrados por parte de la propiedad.
El informe de los peritos judiciales será seguido por otros dictámenes cuando se tengan los resultados de las pruebas de laboratorio a las que han sido sometidas algunas piezas de los edificios siniestrados.
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