"Soy un misántropo cómico"
Jean Anouilh, hijo de un sastre, fue considerado estúpido de niño hasta que se diagnosticó que era corto de vista. Nació en Burdeos el 23 de junio de 1910 y muy joven se traslada a París, donde cursa sus estudios en los colegios Colbert y Chaptal. En un casino de la capital francesa, donde su madre trabajaba como pianista, Anouilh se familiarizó con las operetas del compositor del siglo XIX Jacques Offenbach, creador deI can can, así como de la ópera Los cuentos de Hoffman. "La quintaesencia de mi obra está ahí: las bufonadas, la trivialidad, el traidor, el amante", afirmó Anouilh en una ocasión.A los 18 años vio el drama de Jean Giraudoux Sigfrido, en el que descubrió el lenguaje poético y teatral que determinó su carrera, Para entonces Anouilh abandona sus estudios de derecho y trabaja dos años en una agencia de publicidad. Un año más tarde, en París, sin recursos y en plena miseria, escribe su primera obra teatral, Humulus le muet, en colaboración con Jean Aurence. Esta obra relata la historia de un joven que no había recibido de la naturaleza más facultad que la de pronunciar una palabra por día, y que coleccionando todas estas palabras las ofrece a una joven, como un ramo de flores.
Trabajó brevemente como secretario del actor y director Louis Jouvet, entonces director del teatro de la Comedie, en los Campos Elíseos de París. En 1912 escribe L'Hermine, que se lleva a escena en el teatro L'Oeuvre, y tres años más tarde se representa en el teatro Ambassadeurs de París su nueva obra, Y avait un prissonier, que tiene mucho éxito y es llevada después al cine. Sin embargo, el verdadero reconocimiento a su talento viene con el estreno de Le voyageur sans bagage, a cargo de la compañía Pitoëff, en el teatro Maturins, con la que se inaugura una de las más brillantes carreras de autor dramático de nuestro siglo.
"Soy un misántropo cómico", dijo Anouilh alguna vez. "Estoy rodeado de vileza, el mundo es asqueroso y eso es fácil de observar". Admitió que la melancolía lo hacía reír. "Estoy rodeado de vileza y mi teatro es un cuento de hadas comparado a la realidad".
Anouilh llegó a escribir durante su vida unas 40 obras de teatro. Entre ellas se incluyen La Sauvage (1938), Antigone (1943), Romeo et Jeannette (1945), Medea (1946), L'Invitation au château (1947), La valse des toréadors (1952), L'Alouette (1953), basada en el personaje de Juan de Arco; Beckett ou l'honneur de Dieu (1959), la historia del arzobispo inglés John Beckett, asesinado en 1170 por su oposición al deseo del rey Enrique II de controlar al clero. En 1981 escribe su última obra, Le nombril. En 1950 Anouilh introduce en su visión la novedad del fermento político en su obra Pauvre Bitos, ou le diner des têtes, su obra preferida. "En esa época la pieza causó un escándalo, pero me divertí mucho", afirmó en una de sus últimas entrevistas.
Tras los sucesos en Francia después de la liberación, en 1944, viendo la difusión de la cobardía y el espíritu de venganza, Anouilh se sintió desilusionado. "Yo me oponía totalmente al general De Gaulle a causa de los acontecimientos que presencié después de la guerra. Esto determinó mi antagonismo hacia él en 1945 y es por eso que decidí refugiarme en Suiza en 1947. Todo ahí era silencio y paz", dijo.
Autor llambién de numerosas escenografías y guiones cinematográficos, Anouilh colaboró con una veintena de películas, muchas de ellas basadas en sus obras. Obtuvo el premio mundial Cino del Duca en 1970 y el premio de la Crítica Dramática. En 1982 se le otorgó el gran premio de la Sociedad de Autores Compositores Dramáticos.
Vivió los últimos 30 años en Pully, un suburbio de Lausana. Tuvo una hija de su primera mujer, la actriz Monelle Valentin, además de un hijo y otras dos hijas de la segunda, Nicole. Ursula Wetzel, su compañera durante los últimos 20 años, dio a conocer ayer la noticia de la muerte de Anouilh en el hospital universitario de Lausana, víctima de una crisis cardiaca. La familia informó que el funeral y el entierro se realizarán en Lausana, a orillas del lago Leman.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.