EI jefe de la Guardia Civil de Reinosa se niega a dar al juez la lista de sancionados
El teniente coronel de la Guardia Civil Pablo Monje, jefe de las fuerzas antidisturbios que actuaron en Reinosa (Cantabria) durante los violentos incidentes de la pasada Semana Santa, en los que resultó muerto un trabajador, se negó el jueves a facilitar al juez la lista de los agentes que fueron sancionados en relación con esos hechos.Las sanciones fueron impuestas por la Dirección General de la Guardia Civil a causa de la pintada aparecida en una de las tanquetas, que decía: "Ramiro, te vengamos". Los querellantes deseaban conocer las causas que motivaron semejante venganza y si ésta llegó a producirse.
Además del magistrado Mauricio Bugidos, interrogaron a Monje el fiscal Ignacio Tejido y los abogados J. Antonio Estébanez, David Alonso y Javier Gómez Acebo, éste por haberse persortado en el sumario en represerución de la viuda del obrero Gonzalo Ruiz y de la Asociación contra la Tortura, que en su día interpuso querella criminal contra la Guardia Civil. Alonso y Estébanez pertenecen al colectivo de 13 abogados y procuradores ejercientes en Reinosa que presertaron idéntica querella.
Dos comportamientos
Pablo Monje admitió ante el juez la existencia de dos comportamientos distintos de las fuerzas antidisturbios en Reinosa: antes del 16 de abril, y en el transcurso precisamente de esa fecha, Jueves Santo, en que se produjeron los más graves sucesos. Monje dio a entender que antes del día 16 tuvo instrucciones de no intervenir en las concentraciones obreras de los jardines de Cupido, que precedieron siempre a reiterados atentados y sabotajes contra la circulación de trenes y vehículos. Se trataba de no agravar más la situación y permitir el desarrollo de las negociaciones de carácter laboral y sindical. El Jueves Santo, el delegado del Gobierno, Antonio Pallarés, dio órdenes de impedir la asamblea de trabajadores en Cupido; y fue entonces cuando estalló el caos en calles y plazas de la ciudad.Siempre según la versión del teniente coronel, los heridos lo fueron al oponer resistencia cuando se les iba a detener.
Respecto al más grave episodio de la lucha en las calles -el suceso que determinó la muerte de Gonzalo Ruiz-, manifestó que había obtenido posteriormente la versión de lo ocurrido, que no coincide en absoluto con los testigos. Según la Guardia Civil, el trabajador se había caído a la entrada del garaje, y se produjo un corte en la nariz. Los guardias antidisturbios que le condujeron al acuartelamiento avisaron al médico de la Seguridad Social para que fuese asistido. Monje obtuvo el 13 de mayo, pocas, fechas después de la muerte de Gonzalo Ruiz, una nueva y más completa información sobre el grave incidente: según sus datos, después de encerrarse el trabajador en el garaje -donde inhaló gases tóxicos lanzados por la Guardia Civil, según los vecinos-, personas desconocidas ronipieron los cristales y arrojaron dentro botes de humo.
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