La oposición tunecina pide calma tras la condena a muerte de siete integristas
La oposición tunecina ha hecho un llamamiento a la calma para que se mantengan las máximas garantías de normalidad social a fin de obtener el indulto de los dos únicos integristas en prisión condenados a muerte. Todos los partidos coinciden en que "lo peor y lo irreparable ha sido evitado", en alusión a un mayor número de penas capitales, y apelan a la conciencia del jefe del Estado, el octogenario Habib Burguiba, para que, por medio de la gracia presidencial, evite las ejecuciones.
El Partido Comunista de Túnez (PCT), en una declaración de su comité ejecutivo, califica de relativamente positivo el contenido global del veredicto y rechaza cualquier tipo de terrorismo, pero advierte que un indulto favorecería la normal convivencia del país. La preocupación comunista, al igual que la del resto de los partidos de oposición, está en la suerte personal de Mehrez Budega, el fabricante de las bombas que estallaron el 2 de agosto en Susa y Monastir (tres heridos), y de Bulbaba Déjil, el dirigente del Movimiento de la Tendencia Islámica (MTI) de Gafsa, que arrojó ácido sulfúrico en la cara de un responsable del Partido Socialista Desturiano (PSD, en el poder) de esa localidad.Ambos son los únicos integristas que pueden ser pasados por las armas en los próximos días, puesto que los otros cinco condenados a muerte se encuentran en estado de fuga. Tres de estos últimos son, sin embargo, dirigentes históricos del movimiento integrista y en medios políticos se teme que, por su estado de clandestinidad, puedan radicalizar sus posturas.
El tribunal fue severo con Budega y Déjil que son, por otro lado, los únicos detenidos a los que se les ha probado, en el curso del juicio, acciones violentas. Los abogados de los dos condenados a muerte van a presentar, no obstante, recurso de casación, para lo que disponen de un plazo de siete días. El Tribunal de Casación deberá pronunciarse inmediatamente sobre si la sentencia es firme o no, y en caso negativo todo dependerá de la decisión personal de Burguiba.
Esperanza
El secretario general del Movimiento de los Demócratas Socialistas (MDS), Ahmed Mestiri, tres veces ministro (Defensa, Interior y Justicia) y hoy líder de la oposición moderada, ha mostrado su esperanza en el indulto al tiempo que se ha felicitado porque las condenas de muerte -tal como se llegó a prever en un principio- no se hayan extendido a los principales dirigentes del MTI detenidos, como es el caso de Rachib Ganuchi, emir de la organización.El abogado Najib Chebbi, dirigente de la Asamblea Socialista y Progresista (RSP), de corte nasserista, aseguró a EL PAÍS que el mejor logro conseguido en el juicio ha sido evitar las penas de muerte masivas, tal como solicitaba el ministerio público. Sobre el caso particular del emir Ganuchi, condenado a trabajos forzados en perpetuidad, precisó que, de momento, ya se le ha salvado la vida. "El resto es ya una cuestión política", aseguró.
Ayer se supo que la policía detuvo el pasado sábado, antes de que fuera pronunciado el veredicto, a otro integrista en estado de rebeldía, si bien esto fue silenciado para no provocar otro aplazamiento del juicio y, en suma, interrumpir la deliberación. El detenido, que hace el número 54 de los 90 condenados, es Mohamed Trabelsi, también destacado dirigente del MTI. Trabelsi es uno de los diez condenados a 20 años de trabajos forzosos.
La Policía y el Ejército, por su parte, continuaron ayer su vigilancia en lugares estratégicos de la capital, Túnez, y sus alrededores. En horas del mediodía fueron vistas numerosas patrullas militares especialmente en la periferia, así como unidades motorizadas de policías y guardias nacionales en Ias proximidades de las mezquitas, mercados públicos y centros oficiales. La calma, pese a pequeños brotes de manifestación en barrios periféricos rápidamente abortados por la policía, reinó en líneas generales en este primer día laboral tras la comunicación de la sentencia.
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