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Crítica:ROCK
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un comunicador llamado Peter Gabriel

El concierto de ayer en Madrid del artista británico de 37 años, Peter Gabriel, pasará a la memoria del aficionado madrileño. Gabriel apareció las 22.10 horas con los compases de teclados y percusión de San Jacinto. La figura del protagonista, vestida de cazadora blanca y pantalón negro, se rodeó siempre de un sistema móvil de iluminación por grúas, que entraba en el juego teatral del personaje en cada tema. Era un sistema asombroso, mágico, que alumbraba el cuerpo y sobre todo las manos expresivas de Gabriel, coordinado en todo momento con su entorno sonoro y visual."Esta canción se llama Red rain", fueron sus primeras palabras en castellano. Interpretó la pieza a voz y teclados en un ritmo más acelerado que en el disco, una pauta de variación, de tratamiento que se repitió en el repertorio en vivo. En Red rain ya se comprobó que las últimas canciones, las de So, son ya himnos populares. Y siguió: "esta canción trata de celos, se llama Shock the monkey", y la interpretó con su voz todopoderosa, eso sí, tratada, magnificada, con un micrófono inalámbrico incorporado a su cabeza para así moverse y danzar a sus anchas, para interpretar. Sus saltos, sus movimientos estaban medidos con los de sus músicos, instrumentistas impecables en energía y virtuosismo que saben entregarse al divertimiento, ser partícipes de la coreografía. En un momento presentó la canción Family snapshot y ante un error de pronunciación -confundió hombre con horno en italiano-, se pegó un cachete simpático en su carrillo, al querer explicar que un hombre se había visto obligado a robar a otro según el libro Diario de un asesino.

Concierto de Peter Gabriel

Peter Gabriel (126 minutos) y Youssou N'Dour y la Superestrellas de Dakkar (42 minutos). Peter Gabriel: voz y teclados; David Rhodes: guitarra y coros; David Sancious: teclados y voz; Tony Levin: bajo y voz y Manu Katche: bateria y voz. 14.000 espectadores. Recaudación: 27.500.000 pesetas. Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid, 28 de octubre.

Peter Gabriel es un artista polifacético, humilde, cálido y sonriente, cuya música registrada es una banda sonora, elemento adicional al conjunto del espectáculo, y cuya manera de actuación en directo alcanza el nivel óptimo de imaginación y de captación del ánimo de los asistentes. El montaje sonoro de la banda de Gabriel retó y superó el único inconveniente de la velada, la mala adecuación acústica del lugar, desventaja ya conocida por todos, que ni músicos ni espectadores quisieron advertir.

Víctimas en Nicaragua

El tema Games whithout frontiers, lo presentó también en castellano: "Esta canción trata de algo que ya habíamos visto en España, en Inglaterra y ahora en América. Está dedicada a 43.000 víctimas innecesarias en Nicaragua". El entusiasmo fue aún mayor y la representación dramática alcanzó máxima emotividad en No self control Se arrodilló y se arrastró bajo los focos en la balada Merpy street y presentó a los cinco músicos, situados en fila ante el público, en This is the picture. Los cinco bailaron al alimón. Es difícil recordar una emoción tan calurosa en un concierto, como en aquellos momentos de Solsbury.Hill, que fueron seguidos por Lay your hands on me donde Gabriel se dejó caer de espaldas al público.Yourssour N'Dour, el músico senegalés que había actuado previamente retornó al escenario para acompañar a Gabriel a la voz y a. la danza en Your eyes y en Bico. Yourssour N'Dour es una voz africana ya universal gracias al apoyo de su admirador-maestro, Gabriel. Las guitarras de su banda alegran el ritmo creado por bongos, maracas y baterías. Sus cantos tribales evolucionados alcanzaron al coro público, que imitó las interjecciones fáciles -eh, eh, oh, ah, ah- Es una música contemporánea, popular, abierta, que conecta sin dificultad con los hábitos musicales occidentales.

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