Dos Santos sella en Lisboa la normalización de las relaciones luso-angoleñas
La visita oficial de cinco días que el presidente angoleño, José Eduardo dos Santos, inició ayer a Portugal merece la consideración de acontecimiento histórico. Doce años después de la independencia de su última colonia africana, Lisboa acoge, para normalizar sus relaciones, al único de los jefes de Estado de los países africanos de lengua portuguesa que aún no había visitado la antigua metrópoli.
Las manifestaciones de protesta, organizadas por el movimiento guerrillero UNITA (Unión Nacional para la Independencia Total de Angola), de Jonás Savimbi, no llegaron a enturbiar la solemnidad de las ceremonias prolocolarias de bienvenida al jefe le Estado angoleño, que fue recibido en el aeropuerto por el presidente, Mario Soares.Algunas decenas de manifesantes, situados en el recorrido lel cortejo oficial, agitaron retratos de Savimbi, banderas de UNITA y carteles donde se leía: "Paz y reconciliación nacional", 'Queremos paz y democracia" y "Rusos y cubanos, dejádnos en Paz".
Otro grupo de contramanifestantes estaba concentrado en la pIaza del Imperio, donde se celebraron las ceremonias militares en honor del jefe de Estado angoleño. Esta vez la protesta estaba firmada por una organización de angoleños residentes en Portugal (Unangola), y dos pancartas decían: "No a todas las dictaduras y a la nueva Pide" (alusión a la policía política del régimen salazarista portugués).
José Eduardo dos Santos -que mantendrá una serie de conversaciones con el presidente Soares y el primer ministro, Aníbal Cavaco Silva- pronunciará un discurso en el Parlamento de Lisboa y se reunirá con los dirigentes de todos los partidos políticos portugueses.
Pero, dentro del ambiente de pragmatismo que los dos Gobiernos pretenden imprimir a las reláciones entre ambos países, son las conversaciones técnicas y los contactos con los empresarios los que merecen la mayor atención. Dos Santos visitará, por ejemplo, el puerto y la refinería de Sines, a unos 100 kilómetros al sur de Lisboa, donde llegará dentro de dos días el primer cargamento de petróleo angoleño, al abrigo del convenio firmado para comprar el equivalente a 10.000 barriles diarios de crudo, cuyo valor constituirá un crédito a favor del Gobierno de Luanda para financiar importaciones angoleñas o las actividades de empresas potuguesas en Angola.
Lisboa y Luanda están analizando la posibilidad de alquilar a la empresa angoleña Sonangol la capacidad, excedentaria para Portugal, de las instalaciones de Sines para operaciones de refinado y almacenaje de petróleo.
Dos Santos visitará también, en Lisboa, la empresa Dialag, detalla de diamantes. Está previsto que los dos países se firme un acuerdo de cooperación cuyo objetivo sería la recuperación de la industria diamantífera, que tiene una importancia fundamental para la economía angoleña.
Angola era, antes de la independencia, el cuarto país mayor exportador de diamantes del mundo.
El presidente José Eduardo dos Santos pasará los últimos dos días de su visita a Portugal en Oporto, donde mantendrá una serie de contactos con los empresarios privados.
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