La disputa entre los 'dos Kim' domina la precampaña presidencial en Corea del Sur
El proceso de transición hacia la democracia de Corea del Sur choca con el resurgir de las viejas diferencias entre los dos principales líderes de la oposición, Kim Dae Jung y Kim Young Sam. Las primeras elecciones libres a la presidencia del país en 16 años se celebrarán antes del 20 de diciembre próximo, y la oposición surcoreana sabe que la única forma de alzarse con la victoria sobre el candidato presidencial, Rob Tae Woo, es presentar un candidato único.
La convención del Partido para la Reunificación Democrática (RDP), prevista para primeros de octubre, deberá dilucidar cuál de los dos Kim será el líder elegido. La convocatoria electoral será precedida, a finales del mes próximo, por un referéndum nacional que deberá ratificar la nueva Constitución surcoreana que permite la celebración de las elecciones libres para sustituir al actual presidente y ex general Chun Doo Hwan, que promete abandonar el poder el 25 de febrero de 1988.
Veteranos opositores
Chun y el gobernante Partido para la Justicia Democrática han presentado al también ex general Roh Tae Woo, artífice de la apertura política en Corea del Sur, como su candidato, al que apoyan con todos los medios a su alcance.Kim Dae Jung, el veterano opositor de los repetidos regímenes militaristas surcoreanos, se ha ido retractando paulatinamente de sus anteriores declaraciones, según las cuales no tenía "ninguna aspiración presidencial". Sus principales seguidores dentro del RDP, conocidos como el grupo Minkwonhoe, afirmaron días atrás que Kim Dae Jung es el mejor candidato presidencial que puede ofrecer la oposición para ganar la elección, por ser el líder con mayor carisma entre la población, debido a su condena a muerte en 1981, posteriormente conmutada. Recientemente fue amnistiado. También, señalan, porque el programa político de Kim Dae Jung tiene un carácter de democracia social, en la que se tienen en cuenta no sólo las libertades políticas, sino también los derechos sindicales y la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores surcoreanos. Puntos éstos elementales en un país en el que la riqueza nacional está mal distribuida.
Kim Dae Jung, de 62 años de edad e ideas socialdemócratas, es considerado el enemigo número uno entre los estamentos militares surcoreanos. Su elección como presidente abre serios interrogantes sobre la posiblidad de que éstos le aceptaran.
Sin embargo, como demuestran sus recientes apariciones públicas, Kim goza de muchas simpatías entre la población joven surcoreana y la clase trabajadora. Los estudiantes con sus manifestaciones y los obreros con sus huelgas han sido los verdaderos motores del programa de apertura del Gobierno de Chun.
"La candidatura de Kim Dae Jung originaría nuevas presiones entre los militares, que nunca aceptarían una eventual victoria", comentó un miembro del buró político del Partido para la Reunificación Democrática, que considera al presidente del mismo, Kim Young Sam, como un político más "aceptable" para los militares por su moderación y su pasado. Para el Ejército, Kim Young Sam es un político "centrista", añadió.
Huelga de hambre
Este Kim, de 57 años y abogado protestante, que en mayo de 1983 realizó una huelga de hambre de 23 días de duración para lograr la rehabilitación y liberación de todos los prisioneros políticos y por la democratización de su país, es visto como el hombre que, en caso de ganar en la próxima elección presidencial, podría llevar los asuntos políticos surcoreanos sin despertar excesivas reservas entre los militares, acostumbrados a manejar el poder desde hace más de 20 años.Corea del Sur vive desde hace unas semanas una ola de huelgas laborales en reivindicación de mejoras salariales y reducción de horas de trabajo. El Gobierno acusa de conspiración izquierdista a los huelguistas y detiene a centenares de trabajadores, que posteriormente son puestos en libertad.
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