Los mandos de los bomberos, al declarar sobre Almacenes Arias, no ratifican que hubo tres focos iniciales

Andrés Martínez Arrieta, juez que lleva el caso del incendio de Almacenes Arias, en Madrid, en el que perdieron la vida 10 bomberos, afirmó ayer que ninguno de los cuatro o cinco oficiales del cuerpo a los que ha tomado declaración hasta ahora han avalado la tesis difundida por el Ayuntamiento de que hubo tres focos al inicio del incendio. Todos han coincidido en que llegaron al siniestro unos 10 minutos después de su comienzo y que encontraron tres frentes de llamas en un incendio relativamente ya propagado.

Sobre si era previsible el hundimiento del edificio del número 29 de la calle de la Montera -cuyo derrumbe se produjo tras siete horas de fuego, cuando la resistencia de una viga metálica está cifrada entre tres y seis horas-, Martínez Arrieta afirmó que "ninguno de los oficiales de bomberos lo ha dicho claramente", y han afirmado que volverían a actuar de igual modo. Todos confirmaron que no hubo orden de evacuar y divergieron sobre las causas del derrumbe: unos lo atribuyeron al corrimiento del viejo edificio sobre el nuevo, y otros, al peso en el último del agua vertida.El juez no había recibido a mediodía de ayer, 18 días después de la tragedia, el informe sobre la actuación de los bomberos, que el Ayuntamiento anunció que le remitiría hace 13 días. Una vez que lo reciba determinará cuándo toma declaración al jefe de los bomberos, José Pascual.

Éste, el pasado día 11 realizó, en una conferencia de prensa, una detallada descripción de los tres focos de fuego que se encontraron los bomberos al llegar al siniestro, y agregó que había "dudas bastante razonables de que ese fuego tuviera una generación normal". Esta misma tesis, pero ciñéndola al inicio del fuego, no de la llegada de los bomberos, venía difundiendo desde días antes el primer teniente de alcalde, Luis Larroque.

El juez, hasta ayer, no tenía ningún indicio en ese sentido, arrumbados ya los que se anunciaron como datos esclarecedores (el vídeo de un aficionado y las fotos de un semanario).

Martínez Arrieta, según informó, tiene noticia de que antes del derrumbe del edificio principal de Almacenes Arias, el número 29, que originó la tragedia sobre las 2.30 del pasado día 5, se habían producido ya desplomes de parte de la fachada posterior de ese inmueble, cuya repercusión minimizó, y en el anexo, el número 31, utilizado para almacén y venta, y de entramado de madera.

Por otro lado, los 10 hermanos Arias, dueños de estos almacenes, declararon ante el juez que no habían tenido ninguna participación en el origen del incendio, y afirmaron que poseían las preceptivas licencias sobre las puertas que comunicaban ambos edificios, en contra de lo sostenido por el Ayuntamiento, aunque ayer aún no se las habían entregado al juez. Aún hay dudas sobre si el anexo poseía extintores en todas sus plantas.

El juez afirmó que los extintores existentes no estaban caducados ni en mal estado, en contra de lo manifestado por el Ayuntamiento. Y existen versiones encontradas sobre el estado de las mangueras de los edificios. Martínez Arrieta ya ha recibido los datos sobre la situación económica de los Arias, aunque no los ha analizado, y se investiga aún la resistencia de las estructuras del edificio que se desplomó.