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La familia Pascual no colaboró con la policía en el momento decisivo, dice Burriel

La familia del industrial valenciano José María Pascual, que permaneció secuestrado tres días de la semana pasada y fue liberado a cambio de un rescate de 300 millones de pesetas, pidió que la policía no actuase y se negó a colaborar "en el momento decisivo", según ayer el delegado del Gobierno en Valencia, Eugenio Burriel.

Burriel manifestó que la Delegación del Gobierno tuvo la primera imnicía del secuestro el pasado jueves, a las tres de la tarde.

El delegado del Gobierno connunicó el hecho al Jefe superior de Policía de Valencia, Carlos Gómez de Ramón, quien a su vez lo trasladó al juzgado con el fin de obtener las autorizaciones necesarias para poder iniciar la investigación. Sin embargo, la familia se opuso a la actuación policial y de hecho la obstaculizó "en el momento decisivo", cuando se establecían los últimos contactos entre familiares y secuestradores y estaba cercana la liberación del industrial, que se produjo la madrugada del domingo.

Sobre la primera nota informativa ofrecida por la delegación el domingo, en la que se hablaba de "desaparición" del industrial y no de secuestro, Burriel la justificó porque la familia dijo en un primer momento que negaría que había habido realmente un secuestro y porque la policía no tenía aún pruebas concluyentes.

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