EE UU demolerá y reconstruirá parte de su nueva embajada en Moscú
El Gobierno norteamericano ha decidido demoler y reconstruir al menos cinco plantas de su nueva embajada en Moscú, después de que expertos estadounidenses en espionaje hayan descubierto cientos de aparatos de escucha entre las vigas y la estructura del edificio aún no ocupado.
El presidente Ronald Reagan ha afirmado que la nueva embajada no se ocupará hasta que no sea segura. Se espera que el mismo presidente anunció próximamente la reconstrucción de cinco plantas, con un coste estimado de 92 millones de dólares (unos 1.200 millones de pesetas). El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, y el director de la Agencia Central de Inteligencia, William Wester, recomendaron a Reagan la destrucción total o parcial del edificio.
"Nuestra gente no puede trabajar con efectividad en un lugar inseguro, sin calefacción y sin ni siquiera salida de incencios", señala una carta del subsecretario de Estado John Whitehead al Congreso al referirse a las condiciones del edificio de 40 años en el que se alberga la actual sede diplomática de EE UU.
Estados Unidos está negociando con la URSS que se le permita llevar a Moscú un mayor número de personal especializado para realizar las obras de sus edificios y evitar al máximo la mano de obra soviética.
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