Fernández Ordóñez, "moderadamente optimista" sobre la reducción de tropas de EE UU tras reunirse con Shultz

ENVIADO ESPECIALLa entrevista que mantuvieron ayer el ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, y el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, no consiguió desbloquear el proceso negociador entre ambos países sobre la reducción de la presencia militar estadounidense en España, condición previa para renovar el acuerdo bilateral. Fernández Ordóñez, que salió de la reunión "moderadamente satisfecho", dijo que había advertido a Shultz del peligro que supone el que se vayan agotando los plazos sobre la negociación de las bases sin llegar a un acuerdo.

"Hay que empezar a tomar decisiones, cuanto antes mejor", añadió el ministro, quien pidió que Estados Unidos dé "una visión histórica" a sus relaciones con España, para "una nueva relación bilateral, basada en los principios de amistad, de alianza, de coordinación y equilibrio".Fernández Ordóñez, según comentó a los periodistas, recordó a Shultz que España ha mantenido una postura de gran seriedad, tanto en la propuesta de reducción de las bases como en toda la negociación posterior, y que esa seriedad se va a mantener en las negociaciones en materia de tiempo y plazos.

"Y eso quiere decir", añadió el ministro, "que lo que es el tiempo de negociación se va convirtiendo, poco a poco, en tiempo de decisión. Es decir, que está llegando la hora de la decisión y que entramos ya en los próximos meses en la recta final para hacer posible el convenio".

Tras la reunión con el secretario de Estado, en fuentes de la delegación española se constataba un discreto grado de satisfacción, alejado del abierto optimismo mostrado la semana pasada, también en Nueva York, por el ministro de Cultura y portavoz del Gobierno, Javier Solana, quien afirmó que España y EE UU llegarían a un principio de acuerdo en su contencioso sobre las bases antes de que concluya el plazo negociador, el próximo 14 de noviembre.

Por su parte, el portavoz del departamento de Estado, Charles Redman, dijo que Shultz y Fernández Ordóñez habían tratado el tema de las bases y que "la atmósfera continúa siendo buena". "Haremos un esfuerzo de buena fe para conseguir un acuerdo beneficioso para ambas partes", añadió el portavoz norteamericano.

En medios de la delegación española se admiten ya las "escasas posibilidades" de que en noviembre se haya alcanzado un principio de acuerdo y que, en consecuencia, las negociaciones tendrán que extenderse unos meses más. La fecha tope es el 14 de mayo. Pero el 14 de noviembre España tendrá que comunicar a Washington su disposición o no a renovar el tratado. El silencio equivaldría a una renovación automática del actual convenio, y éste no es el caso, por lo que el Gobierno español enviará en noviembre una carta a Washington advirtiendo de su intención de no renovar automáticamente el convenio. Será un formulismo en tono moderado, señalan las fuentes españolas, muy interesadas. en transmitir la más mínima imagen de hostilidad hacia los norteamericanos.

Como recordó la pasada semana en Bonn el presidente del Gobierno, Felipe González, España está buscando la fórmula de cómo se quedan los norteamericanos, no cómo se van.

La entrevista del ministro español con Shultz se celebró en la suite donde se hospeda el secretario de Estado en su estancia en Nueva York. La entrevista duró media hora. Con Shultz estaban el embajador norteamericano en la ONU, el general retirado Vernon Walters; la secretaria de Estado adjunta para Europa, Rozanne Rigeway; la directora general para Europa, señora Bohlem; y el embajador en Madrid, Reginald Bartholomew. Al ministro español lo acompañaban el secretario general de Política Exterior, Máximo Cajal, jefe de la delegación española; el embajador en Washington, Julián Santamaría; el jefe del gabinete del ministro, Santiago Salas; y el director general de la OID, Inocencio Arias.

[En Madrid, las fuentes gubernamentales consultadas acogieron con extrema cautela las informaciones referentes a la entrevista entre Fernández Ordoñez y Shultz y evitaron hacer declaraciones al respecto].