Críticos de arte de todo el mundo plantean la situación de la arquitectura

La 40ª asamblea general de la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA), entidad no gubernamental de la Unesco que agrupa a los críticos de arte de todo el mundo comienza hoy en el Centro de Arte Reina Sofia, una vez finalizadas las sesiones del 21º congreso mundial, que ha estado dedicado a La arquictectura de hoy. En la asamblea se estudiará y se votará una nueva redacción de los estatutos, así como la elección de un nuevo presidente de AICA.

Un total de 170 críticos de arte de 32 países participan desde el lunes en el 21º congreso mundial de AICA, que se celebra por primera vez en España, con el patrocinio del Ministerio de Cultura, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la ciudad. Ha sido organizado por la Asociación Española de Críticos de Arte, que cuenta con 250 asociados, presidida por Cesáreo Rodríguez Aguilera.El congreso terminará mañana con la votación del nuevo presidente de AICA, al acabarse el mandato del actual, José Augusto Franca. Para dicho cargo se presentan dos candidatos, Bélgica Rodríguez, de la asociación venezolana, y Jorge Glusberg, de la asociación argentina.

El lunes y martes se celebraron las sesiones del congreso, dedicado al tema La arquitectura de hoy, basado en las ponencias de Oriol Bohigas, catedrático de proyectos de la escuela de Arquitectura de Barcelona; Valeriano Bozal, titular de estética en la Universidad Autónoma de Madrid, y Simón Marchán, catedrático de estética de la Universidad a Distancia.

Oriol Bohigas analizó las tendencias actuales para solucionar los problemas arquitectónicos de los museos y exposiciones con espacios adaptados al arte. Señaló como condiciones necesarias para un buen museo "no encargar el proyecto a un pretendido especialista, no pensar en la solución de los concursos arquitectónicos y no abrir un museo sin un director".

Nuevas propuestas

La ponencia presentada por Valeriano Bozal estuvo dedicada a la crítica de arte y arquitectura. "Me parece que los criterios de valoración y las pautas historiográficas que han regido a propósito de la vanguardia no son los más adecuados para la comprensión, interpretación y análisis del arte contemporáneo, pero ello no indica que las nuevas propuestas deban ser asumidas sin más", señaló.Por su parte, Simón Marchán se refirió a las relaciones entre las artes plásticas y la arquitectura moderna. Consideró como punto de partida la supuesta expulsión de las artes plásticas por parte de la arquitectura considerada más pura y más moderna y explicó "la contraposición dentro del movimiento moderno de las vanguardias entre la expulsión de las artes tradicionales y la contaminación como venganza".